miércoles, 15 de agosto de 2012

¿Y si nos dice que sí?

El pescado está vendido. Parece que Luka Modric viajará a Madrid después del compromiso amistoso de su selección (ante Suiza), que se disputa en Split. Todo hace indicar, pues, que el culebrón llega a su fin. El fichaje del verano ya está preparado para hacer las delicias del respetable. Sin embargo, ahora que está tan, tan cerquita… ¿ilusiona tanto a la afición el futbolista? ¿Tiene sitio en el once titular de José Mourinho? ¿Y si es un nuevo ‘Nuri Sahin’? ¿Por qué no ha venido David Silva, el Kun Agüero o cualquier otro?



Así es la condición humana, amigos. Siempre queremos lo inalcanzable, idealizamos lo que no tenemos, endiosamos al jugador que viste otra camiseta. Aunque no lo creáis, para algunos la época más emocionante de la temporada es el estío. La incertidumbre de si vendrá este delantero o este centrocampista, la emoción de los bulos veraniegos, las declaraciones cruzadas de dirigentes, etc. Después, cuando el fichaje en cuestión se oficializa, sólo queda en el interior de estas personas un gran vacío.

Y es que para muchos lo mejor de la relación sigue siendo el cortejo. La época de las promesas de amor eternas, la de planes de boda, de familia numerosa y de casita en el pueblo. El tiempo en el que es otro el que duerme a su vera cada noche. Anhelamos con fuerza ese pedestal, deseamos con fervor poseer a esa diosa. Vamos, que nos enchochamos de un proyecto, de un reto, de algo complicado, cómo sea ella es lo de menos.

Pero existe un problema. A veces (pocas, pero ocurre) conseguimos lo que nos proponemos. Que sí, que te has pasado tres meses llamando a una desconocida ‘princesa’ e instándola a que deje a su novio de 9 años. Y al final la has convencido, campeón. “Cariño, ya ha terminado la pesadilla. Le he echado de casa y les he contado a todos que estamos juntos, que eres el hombre de mi vida. Por cierto, este mes son 200 euros de hipoteca. - ¿Perdona?

Ala, ya la tenemos, ahora sólo tenemos que pensar en cómo dejarla. Si es que somos unos monstruos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario