lunes, 25 de abril de 2011

Bailar con la más fea (o nuestros amigos los crancos)

Tenía que pasar tarde o temprano: Luis Amaranto Perea ha hecho historia en el Atlético de Madrid. El central colombiano igualó ayer en participaciones, con 203 partidos de Liga, al argentino Jorge Griffa como jugador extranjero que más veces ha vestido la camiseta del Atlético en competición liguera. Sí, el dato asusta. Perea nunca lo ha tenido sencillo: tras un comienzo más que prometedor como pareja de Pablo Ibáñez, su regularidad en el juego ha desaparecido hasta el límite de convertirse, en ocasiones, en uno de los protagonistas de los ‘circos’ defensivos del conjunto rojiblanco.

Aunque una cosa es cierta: sus compañeros a lo largo de este tiempo (Perea debutó en agosto de 2004) nunca han terminado de cuajar, con lo que a pesar de los dictámenes y mofas de la grada, los técnicos siempre han confiado en él. Donde muchos otros se quedaron atrás (Luiz Pereira, Leivinha, Ben Barek, Heredia, Futre, Pantic, Juninho, Vieri o Hasselbaink) Perea ha marcado un hito en el Atlético. Resulta cuando menos extraño.

Nunca es agradable bailar con la más fea. No es lo mismo tener en tu equipo a Iniesta que a Perea (con todo mi cariño para el central). Pero a veces no queda otra. Son noches en las que no nos apetece demasiado trabajar por objetivos más complicados o a lo mejor es que nuestro compañero ya ha elegido a la buena y nosotros tenemos que hacerle la cobertura. Sin embargo, llega un momento en el que la menos agraciada nos atrae. Una luz se enciende dentro de nuestra cabeza (y también dentro del pantalón). Sí amigos, los crancos nos han dado mucho, rompamos una lanza a su favor:

• Suelen ser muy agradecidas en la cama y también en otros lugares. Si no queremos meterla en casa, pues le proponemos cualquier lugar público y cuanto más sórdido, mejor. No tenemos nada que perder, así que pidamos todo lo que se nos ocurra y centrémonos en nuestro placer. Hoy todo vale.
• No es necesario mantener las formas en ningún momento, ellas ya están acostumbradas a lidiar con tipos como nosotros. Podemos obviar el intercambio de números e incluso no es necesario ni que hablemos. Eso sí, si se nos ablanda el corazón podemos hacerlas sentir princesas por un día.
• En los últimos tiempos, el ‘divismo’ ha llegado también al mundo ‘cranco’. Por eso no es aconsejable buscarlas hasta que termine la noche. Al principio, ellas pensarán que todavía tienen opciones y quizás hasta se inventen un novio. Abordadlas en la calle, que se den cuenta de su jodida realidad.
• Debemos ser precavidos: si escogemos un ‘cranco’ de nivel extremo en una mala época anímica de nuestra vida, puede que caigamos en una gran depresión a la mañana siguiente.


Los ‘crancos’ pueden venirnos bien en un momento puntual, pero a largo plazo siempre es mejor disponer del Kun que de Perea.

12 comentarios:

  1. Jejejej muy duro ejejeje

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  2. Así se forjan los verdaderos hombres

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  3. ASí se forja la estupidez masculina...

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  4. Una fea agradecida en la cama vale por dos, o incluso tres...

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  5. Muy agradecida tiene que ser para valer por tres...

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  6. algo machista el post de hoy

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  7. No hemos inventado el mundo, sólo exponemos hechos que ocurren en la vida y seguirán ocurriendo... Aquí no hay caretas

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  8. Estoy totalmente deacuerdo... la que es fea es fea...

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  9. Lo de discriminar a las poco agraciadas...no lo veo. O es qué siempre estáis con pibones? Gabriel tiene razón

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  10. No hemos discriminado a nadie, de hecho esto es más una oda que otra cosa. Los crancos nos han dado mucho, es un intercambio... ellas quieren algo y nosotros también...

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