jueves, 28 de abril de 2011

Golpes de realidad

El Real Madrid volvió a ser el Real Madrid y el Barcelona volvió a ser el Barcelona. Mourinho volvió a ser Mourinho y Guardiola volvió a ser Guardiola. El equipo blanco descendió desde el cielo hasta el frío suelo de un violento golpe. La secuencia de clásicos había hecho que el Madrid tuviese la vitola de favorito. Un favorito extraño eso si, ya que su triunfo, al parecer, hubiese sido terminar el partido tal y como empezó, con empate a cero. La expulsión de Pepe marcó el partido, es verdad, pero no menos cierto es que todo el bagaje de los locales hasta ese momento había sido un disparo desde fuera del área al finalizar el primer tiempo. Y es que guardar la ropa está bien, pero hasta un cierto punto.

En cuanto a la expulsión del portugués creo que todo es muy simple. El central arrolla con los tacos por delante a Dani Alves. La acción podía haber sido sancionada con tarjeta roja o con tarjeta amarilla. Fue roja. Pepe había realizado un sinfín de acciones violentas en la Champions y ayer se le castigó con dureza. Puede que con demasiada pero yo no veo el escándalo por ninguna parte. El Real Madrid no utilizó con eficacia las armas que le otorgaron la Copa: la presión fue descompensada y la intensidad menor. Después del choque, la proclama política de Mourinho sonó más que nunca a pataleta.

De vuelta a la realidad. No es algo sencillo de digerir. Parece que vas a conseguir tu objetivo, que por fin vas a obtener el anhelado premio, que tanto tiempo esperando ha merecido la pena, pero al final… ¡Zas, en toda la boca!. La hostia duele de verdad cuando te lo habías creído. Y eso justamente es lo que les pasó a los jugadores del Real Madrid. Y nos ha pasado a todos. Hemos viajado del paraíso (ficticio) al infierno en cuestión de segundos. La mente nos ha jugado una mala pasada y quizás no todo es cómo creíamos. Y cuando nos sacan de nuestra nube particular, lo hacen con frases así:

“He vuelto con mi ex”
“He conocido a otro”
“Me he dado cuenta de que tú sí eres un amigo de verdad”
“¡Ah! ¿Pensabas que tú y yo? No hombre, no… ¡Qué mono!”
“Respecto a lo que pasó ayer para mí ya está totalmente olvidado. Te agradecería que no se lo contaras a nadie.”
“Ayer me terminé follando al tío de las patillas, Uf… ¡vaya polvo!”

Lindezas así nos sueltan nuestras amiguitas cuando pensamos que ya estamos a punto. Nos hemos creído importantes para una tía y no lo somos. Por eso hay nunca hay que olvidar otra de las máximas del guerrero: una mujer no te tendrá en cuenta de verdad si no has estado dentro de ella. Señores… hay que penetrar y aún así, ya veis que en ocasiones no es suficiente.

Y después de todo esto, vuelve la Liga: Mourinho seguirá quejándose sistemáticamente de todo y Guardiola regresará al manido discurso de la humildad extrema aunque se sepa ya en la final de Wembley. En fin, la vida sigue igual…

P.D: Dios no lo quiera, pero si recibís en los próximos días un golpe así, nada mejor que esta canción. Buen finde!

miércoles, 27 de abril de 2011

Calentar el ambiente (eventos de máxima importancia)

Existen verdaderos especialistas en ello. José Mourinho sienta cátedra en cada rueda de prensa. En la última antes de la ida de la Champions ha conseguido que se produzca un auténtico combate verbal con el bueno de Pep Guardiola. Según el técnico del Barcelona, el portugués ya ha ganado el trofeo imaginario al que mejor interactúa con los periodistas: “Es el puto jefe y el puto amo en esta sala”. Grandiosa frase. Previamente Mou le había acusado de comenzar una nueva era al quejarse de los aciertos arbitrales.

Echábamos de menos (y mucho) los días en los que cada partido importante se convertía en una batalla dialéctica de los directivos durante los días previos. Lorenzo Sanz, Gaspart, Jesús Gil, Joan Laporta, Ramón Mendoza, Núñez, etc. Son algunos de los hombres que nos deleitaban antes de cada cita con una sarta de lindezas a sus contrincantes. Ahora Mou dado un paso más: ha logrado que los partidos se empiecen a jugar en la sala de prensa.

¿Calentar el ambiente es positivo o negativo? A veces es necesario y otras nos puede hundir. Depende del evento social al que vayamos a asistir y de una serie más de factores que resumiremos a continuación:

Queremos conquistarla en una fiesta: Si se trata de alguien a quien conocemos, lo mejor es pisar el acelerador en su justa medida. Podemos mantener contacto antes del evento vía redes sociales o vía sms. No es necesario llamar, con que sepa que vamos y que quizás estemos interesados es suficiente. Si presionamos demasiado estará asustada incluso antes de vernos. Cuidado: El alcohol puede llevarnos al acoso.

Nuestra ex va con su novio a una fiesta: La elegancia es fundamental en esta tesitura. Nos mantendremos distantes e indiferentes, no será necesario provocar. Nuestra sola presencia ya bastará para encender la mecha, el actual novio sabe muy bien que nos hemos beneficiado mucho antes y seguramente en más ocasiones a su princesita. Intentaremos que si se produce algún incidente el humillado sea él. Cuidado: El alcohol puede llevarnos a intentar una ridícula reconquista.

Vamos a una fiesta en la que estará su ex: Ahora estamos en el otro lado y seguramente estaremos más nerviosos. Le diremos a nuestra chica que no nos importa en absoluto conocer a su ex, aunque no mostraremos excesiva vehemencia o correremos el riesgo de que intente que seamos amigos. Si conversamos con él, fingiremos sonrisa y tiraremos de sarcasmo, al más puro estilo Pep Guardiola. Cuidado: El alcohol puede hacer que le partamos la boca.

Una noche cualquiera: Calentemos el ambiente todo lo que queramos. Esto es la guerra. Cuidado: El alcohol puede hacer que nos vayamos solos a casa.

En cuanto al primer clásico de Champions, los roles se han intercambiado totalmente: ahora el Real Madrid ejerce de favorito y el Barcelona de rival dolido. Ignoro si en los planes de Mourinho entraba encontrarse con un Barcelona iracundo, comenzando por su técnico. Lo que está claro es que el partido va a estar calentito, calentito. ¡Esto es fútbol!

lunes, 25 de abril de 2011

Bailar con la más fea (o nuestros amigos los crancos)

Tenía que pasar tarde o temprano: Luis Amaranto Perea ha hecho historia en el Atlético de Madrid. El central colombiano igualó ayer en participaciones, con 203 partidos de Liga, al argentino Jorge Griffa como jugador extranjero que más veces ha vestido la camiseta del Atlético en competición liguera. Sí, el dato asusta. Perea nunca lo ha tenido sencillo: tras un comienzo más que prometedor como pareja de Pablo Ibáñez, su regularidad en el juego ha desaparecido hasta el límite de convertirse, en ocasiones, en uno de los protagonistas de los ‘circos’ defensivos del conjunto rojiblanco.

Aunque una cosa es cierta: sus compañeros a lo largo de este tiempo (Perea debutó en agosto de 2004) nunca han terminado de cuajar, con lo que a pesar de los dictámenes y mofas de la grada, los técnicos siempre han confiado en él. Donde muchos otros se quedaron atrás (Luiz Pereira, Leivinha, Ben Barek, Heredia, Futre, Pantic, Juninho, Vieri o Hasselbaink) Perea ha marcado un hito en el Atlético. Resulta cuando menos extraño.

Nunca es agradable bailar con la más fea. No es lo mismo tener en tu equipo a Iniesta que a Perea (con todo mi cariño para el central). Pero a veces no queda otra. Son noches en las que no nos apetece demasiado trabajar por objetivos más complicados o a lo mejor es que nuestro compañero ya ha elegido a la buena y nosotros tenemos que hacerle la cobertura. Sin embargo, llega un momento en el que la menos agraciada nos atrae. Una luz se enciende dentro de nuestra cabeza (y también dentro del pantalón). Sí amigos, los crancos nos han dado mucho, rompamos una lanza a su favor:

• Suelen ser muy agradecidas en la cama y también en otros lugares. Si no queremos meterla en casa, pues le proponemos cualquier lugar público y cuanto más sórdido, mejor. No tenemos nada que perder, así que pidamos todo lo que se nos ocurra y centrémonos en nuestro placer. Hoy todo vale.
• No es necesario mantener las formas en ningún momento, ellas ya están acostumbradas a lidiar con tipos como nosotros. Podemos obviar el intercambio de números e incluso no es necesario ni que hablemos. Eso sí, si se nos ablanda el corazón podemos hacerlas sentir princesas por un día.
• En los últimos tiempos, el ‘divismo’ ha llegado también al mundo ‘cranco’. Por eso no es aconsejable buscarlas hasta que termine la noche. Al principio, ellas pensarán que todavía tienen opciones y quizás hasta se inventen un novio. Abordadlas en la calle, que se den cuenta de su jodida realidad.
• Debemos ser precavidos: si escogemos un ‘cranco’ de nivel extremo en una mala época anímica de nuestra vida, puede que caigamos en una gran depresión a la mañana siguiente.


Los ‘crancos’ pueden venirnos bien en un momento puntual, pero a largo plazo siempre es mejor disponer del Kun que de Perea.

viernes, 22 de abril de 2011

Saber perder

Es el título de una novela escrita por David Trueba. Cuentan que Pep Guardiola se le regaló a Leo Messi cuando comenzó a entrenar al primer equipo. Como es lógico, en un deporte saber encajar las derrotas supone una parte fundamental del mismo. En este Barcelona la relevancia se multiplica: no es sencillo saberse el mejor equipo del mundo y ser consciente al mismo tiempo de que la derrota es una posibilidad más. El miércoles en Mestalla se rompió algo. Aún es pronto para saber el qué: podría ser un ciclo, podría ser una forma de ver el fútbol o simplemente se podría tratar de pura estadística. Cuando Cristiano marcó el gol de la victoria en la prórroga miles de aficionados de todo el planeta se miraron con incredulidad. Sí, el Barcelona estaba perdiendo un título.

Con las mujeres la capacidad para encajar golpes es algo que solemos tener de manera innata. Pasamos más tiempo paladeando derrotas que saboreando victorias. Por la noche es mucho más fácil: cuando el balón no entra no hay que darle muchas más vueltas. Si no estamos ‘on fire’ lo peor que nos puede pasar es que los rechazos y las cobras se acumulen a lo largo de la noche. Con no volver más a ese garito nos basta y nos sobra.

Pero nuestra naturaleza debe estar preparada para soportar mucho más dolor. En ocasiones cometemos el clásico error de confiarnos cuando estamos con una tía. Cabe la posibilidad de que ella misma nos haya hecho pensar que está comiendo en la palma de nuestra mano o directamente nosotros lo hemos dado por supuesto. Incluso puede llegar el punto en el que nuestra mayor preocupación sea librarnos de ella y finalmente será ella la que nos haga ver que la realidad es bien distinta.

Hasta ahí la cosa no parece tan mala ¿no? Un par de meses sin comerse un rosco por la noche y algún que otro descalabro sentimental no es para tanto. Hay que tener claro que siempre, siempre puede ser mucho peor: encontrarnos a nuestra novia en pleno proceso de felación en cualquier baño maloliente, recibir una invitación de boda de nuestra ex, salir con nuestra chica de fiesta y observar que la protagonista de un ardiente sándwich en el centro de la pista es ella, que algún amigo nuestro reciba una proposición de nuestra novia o ex, etc. Y la situación es realmente dramática si hemos sido nosotros los que hemos golpeado primero. Contra una mujer despechada nunca, nunca, nunca se puede ganar. Lo siento, no hay posibilidad.

Guardiola y cía aún tienen la oportunidad de la Champions para disputarle el cetro mundial al Real Madrid. Nosotros tenemos por delante una vida llena de duros obstáculos femeninos. No bajemos la guardia. Nunca.

martes, 19 de abril de 2011

Suplentes de lujo

Las diferencias entre José Mourinho y Pep Guardiola se palpan hasta en el más mínimo detalle. Por ejemplo, en la portería. El técnico blaugrana no renuncia a sus principios y José Manuel Pinto será titular en la final de la Copa del Rey. Resulta admirable la actitud de Guardiola en este aspecto, apostando hasta el final de las consecuencias por el teórico suplente de Valdés. La posición de Mourinho, por supuesto, se sitúa en las antípodas: el portugués dejó claro desde el principio que Casillas sería el titular en todas las competiciones porque era el que mejor estaba. No es una gran dosis de autoestima para Adán y en mayor medida para Dudek, defenestrado ya a tercer portero madridista.

La posición de guardameta es una de las más peculiares y complicadas en el fútbol. La situación se agrava si hablamos del portero suplente. Durante los últimos años, Pep Guardiola ha conseguido que Pinto se sienta una pieza importante en el equipo. Sí, por delante está Valdés en Liga y Champions, pero el equipo confía ciegamente en el de El Puerto de Santa María. No olvidemos que fue clave en la consecución de la última Copa del Rey por parte del Barcelona y que en 2006, aún en las filas del Celta, se llevó el Zamora.

Es una garantía disponer de suplentes de lujo en nuestro equipo. Se trata de aquellas mujeres que siempre están ahí cuando la cosa se complica. Puede que ya haya pasado algo entre nosotros o simplemente nos ofrezcan una ilusión efímera. Por unas razones u otras no solemos tirar de ellas durante el grueso de la temporada, pero en época de sequía o cuando vemos que una relación llega a su fin volvemos a darles la titularidad.

No es sencillo disponer de un banquillo compensado. “Ya es jodido tener una titular en condiciones, como para ponerse a pensar en suplentes”, pensaréis algunos. Razón no os falta. Desgraciadamente, si de lo que hablamos es del final de una relación, las que van a salir victoriosas son ellas. Las tías tienen en su haber (quieran o no, lo reconozcan o no) un poblado grupo de buitres que hacen las veces de suplentes. Sí, suena mal, pero lo más probable es que el luto no llegue ni a la semana. A los pocos días del corte ella estará recibiendo las embestidas de otro.

Es duro, ¿verdad? De ahí la importancia de guardarse un as debajo de la manga. Las penas con pan son menos.

lunes, 18 de abril de 2011

Guardar la ropa

Primer envite entre Real Madrid y Barcelona un tanto descafeinado para la mayoría. Aún así, podemos sacar varias cosas en claro: Guardiola no reservó prácticamente nada de cara a la Copa, mientras que Mourinho sí. Dio la sensación de que el conjunto culé decidió no hacer más sangre cuando estaba arriba en el marcador y se relajó en exceso cuando el portugués pareció dar el encuentro por perdido, al retirar a jugadores como Xabi Alonso.

El planteamiento de Mourinho ha sido criticado hasta la extenuación y no termino de entender muy bien por qué. Está claro que el Real Madrid sabía, desde hace semanas, que la Liga estaba perdida. Mourinho planteó este choque como el primero de cuatro. El objetivo era transmitir al contrario que en un partido las fuerzas pueden estar equilibradas, a pesar del resultado de la ida. El cero a uno del Barcelona es engañoso: viene de un remate al palo de CR, Albiol realiza un penalti y es expulsado de forma justa. El partido se rompe y hasta ese momento, el Barcelona (quién sabe si a propósito) no se había mostrado tan superior como en otras ocasiones.

La estrategia es fundamental. Debemos tener en cuenta el momento, el objetivo, el lugar, etc. Una serie de variables que pueden hacernos ver que el ataque descontrolado no servirá de nada. Después de tantas derrotas un empate a cero puede dejarnos buen sabor de boca y las puertas abiertas para una posible victoria en el futuro. En el mundo de la noche, actuar con paciencia no deja de ser complicado. En el local cada vez hay más buitres (lo confirmo: unimos ‘El Doblón’ a estadios malditos) y si nos quedamos parados demasiado tiempo posiblemente también nos quedaremos solos durante toda la noche.

Es una lástima, sin duda, que factores ajenos a nosotros nos hagan perdernos uno de los mayores placeres de la vida: el flirteo sin palabras. Como cada lunes, ‘El Mito de Pandora’ nos muestra algo nuevo. En esta ocasión, el juego de miradas. Pero no termina ahí. La cosa va mucho más allá. Los cambios de posición para buscar una mayor cercanía, los paseos a la barra o al baño para fingir un encontronazo, algún gesto con la mano… El morbo y la tensión sexual crece y si la otra persona también se ha dado cuenta, rechazará cualquier propuesta ajena.

La estrategia de guardar la ropa cobra, si cabe, más relevancia si situamos el contexto fuera del típico lío con desconocida. Si hay alguien en nuestro entorno que nos interesa y que vemos a menudo, jugar a la contra resulta muy efectivo. Si por ejemplo es la clásica amiga de amigos que vemos de cuando en cuando en reuniones sociales, una opción es ir calentando el ambiente para que la victoria llegue en el tercer o cuarto partido, sin prisa. Si por el contrario es alguien de nuestro entorno directo el contragolpe debe ser nuestra forma de vida. Si hemos quedado a solas alguna vez sin la motivación aparente de un acercamiento carnal, debemos correr mínimos riesgos. No jodamos algo en el minuto 1 cuando puede salir bien en el 90.

Mourinho decidió no encajar una goleada para que los suyos salieran reforzados moralmente de cara a los demás enfrentamientos. Y es que a veces no perder es el primer paso para ganar.

viernes, 15 de abril de 2011

Primera cita (cosas que se quedaron en el tintero)

Después de tratar el tema de la preparación e introducir la primera cita, sois muchos los que me habéis pedido más profundidad en un tema de tal importancia. Bien, volvamos al primer encuentro. La conversación es el eje de todo lo que ocurra, por lo que nos irá mucho mejor si tenemos en cuenta los siguientes consejos:

Lo que nunca, nunca debemos decir

“¿Cómo te llamabas?”
“¿Mi mayor hobby? Me encanta masturbarme, aunque reconozco que antes utilizaba más la imaginación. Con la llegada de Internet, mi página de referencia es ‘youporn’, aunque tampoco debemos olvidar ‘redtube’ o ‘Xvideos’”
“Creo que sigo enamorado de mi ex novia”.
“Me gusta ir habitualmente a burdeles”.
“Creo que sigo enamorado de mi ex novio”.
“Si quieres podemos pasar de tomar algo y vamos directamente a mi casa. Está aquí al lado”.
“Muchas chicas se han mofado de mi micropene”.
“Yo es que soy bastante moro cuando tengo novia”.
“El otro día entré a un par de tías antes de conocerte”.
Cualquier frase que se diga con la boca llena de comida, expulsando minúsculos trozos hacia su rostro.

Lo que no debemos decir pero decimos

“Lo cierto es que no me acordaba mucho de ti, pero estás mejor de lo que esperaba. Es que me he liado con cada una…”
“Cuando estés cansada, dímelo. Podemos ir a mi casa”.
“¿De qué equipo eres? Bueno, da igual, las tías no tenéis ni puta idea de fútbol”.
“¿Todos tus amigos son tan gilipollas como el que estaba contigo la otra noche?”.
“Mi tipo ideal de tía es morena, con el pelo liso, ojos azules… Pero tú tampoco estás mal”.

Lo que deberíamos decir pero no decimos (ni diremos nunca)

“En serio, me da igual que no pongan el partido, así podemos hablar más tranquilos”.
“No soy nada celoso, creo que lo más importante en una relación es la confianza”.
“Me encanta escucharte, cuéntame más sobre tu vida”.
“Me apetece sentar la cabeza, ya estoy harto de líos de una noche”.
“Me gustaría que te quedaras en mi casa, pero sólo para dormir abrazados”.

miércoles, 13 de abril de 2011

El eterno inconformista

Sigue buscando su camino. Realmente nunca ha dejado de hacerlo. Fernando Torres aún no ha visto puerta en el Chelsea y ya ha disputado once encuentros. En Inglaterra están empezando a perder la paciencia con el quinto traspaso más caro de la historia y en la prensa incluso se especula con la posibilidad de que el de Fuenlabrada pierda la titularidad. Quizás algunos piensen que esto es algo nuevo para el ariete. Ni mucho menos. Torres es especialista en soportar presión. Ya lo hizo en el Atlético de Madrid, donde fue nombrado capitán con 19 años, y donde casi siempre estuvo rodeado de plantillas con las que no descender era un éxito. Todas las críticas siempre se dirigieron a él. Torres era ese equipo entero, para lo bueno y para lo malo. Marcó 91 goles con la elástica rojiblanca.

Los inconformistas del amor están hechos de otra pasta. Son valientes y siempre buscan algo más. No conciben que se pueda estar con otra persona simplemente por estar y eso es encomiable. Obviamente nadie les asegura que vayan a estar mejor con su nueva pareja, pero ellos deciden arriesgarse y luchar por lo que quieren en cada momento. No tienen miedo a equivocarse porque para ellos el error se comete cuando no se actúa.

Fernando Torres ya ha dejado a dos aficiones con el corazón roto. Primero fue a la del Atlético de Madrid, su primer gran amor y quizás el de su vida. Los comienzos en el Liverpool tampoco fueron sencillos. Muchos de sus detractores pronosticaron un sonoro fracaso. Lo cierto es que ‘The Kid’, de la mano de Rafa Benítez, mejoró en varias facetas de su juego: control, desmarque, definición, técnica. No ganó ningún título e incluso vio como su ex equipo le apeaba de la Europa League que luego terminaría ganando. Sin embargo, sus 81 goles han hecho que otra afición se quede despechada.

Los inconformistas del amor siempre tienen este efecto. Ellos están en la continúa búsqueda de la felicidad, por lo que casi siempre son ellos los que finalizan las relaciones. Ahora, Torres ha tomado una difícil decisión con su marcha al Chelsea, algo que llevaba rondando en su cabeza desde hace un par de temporadas. Aún no ha marcado y después del batacazo de la Champions esta temporada tampoco se llevará ningún título. Pero a él no le importa, ha apostado por seguir creciendo y a buen seguro que lo conseguirá.

Y quién sabe lo que ocurrirá en el futuro. Como dos amantes, Fernando Torres y el Atlético de Madrid se han jurado amor eterno, aunque sea en la lejanía. Dice ‘El Niño’ que cuando ambas partes estén preparadas volverá. Parece que el primer amor nunca se olvida, aunque se trate del eterno inconformista.

lunes, 11 de abril de 2011

Tensar la cuerda

Si se hace sin medida puede ser muy perjudicial. Y como bien se aconseja desde ‘El Mito de Pandora’, cuando ocurre algo así lo mejor es retirarse. En ocasiones no será necesario, ya que será la otra parte quien nos haga ver la puerta de salida. Lo más importante es no perder el control de la situación.

Como de costumbre, tomemos como ejemplo el fútbol. Hay partidos que hay que jugarlos con intensidad, imprimir mucho ritmo, presionar arriba, entrar fuerte al balón… Sí, pero hasta un cierto punto. Lo hemos visto ya varias veces con equipos como el Sevilla. Calientan un choque importante de tal manera que la intensidad y el ambiente se vuelven en su contra: en el minuto diez ya están jugando con uno menos.

Cuando empieza ‘algo’ entre un chico y una chica es muy complicado que los dos estén en el mismo punto. Si hemos llegado al mes, siempre habrá uno que tire más que el otro. Es la llamada balanza de poder de una relación, que puede cambiar a lo largo del tiempo un millar de veces, mas centrémonos en el comienzo que es lo que nos ocupa. El equilibrio entre lo que sienten o quieren los dos es muy difícil al principio. Quizás una de las partes ha idealizado a la otra y la ve como un buen proyecto de futuro, como la opción que tantos años llevaba buscando. La otra seguramente está estancada en el punto de reconocimiento y cada vez tiene más dudas.

En ese punto es fundamental mantener la calma. La parte más interesada corre el riesgo de presionar en demasía al equipo contrario: llamadas y sms excesivos, propuestas de planes a largo plazo, viajes a casas rurales, salidas nocturnas conjuntas con sus amigos, etc. La otra parte, que no lo tenía tan claro, puede saturarse y salir corriendo. Es una lástima, porque tal vez una bonita historia con final feliz termina incluso antes de comenzar.

Por eso debemos actuar con prudencia. Si nos encontramos en el desagradable lado del ring de la parte más enganchada, lo mejor es cambiar radicalmente de estrategia. Pasaremos del todo a la nada en un segundo. Antes agobiábamos, ahora no habrá contacto. Así quizás ella reaccione y si no, estaba claro que no había mucha tela que cortar.

También podemos ser los ‘acosados’. En este punto la estrategia debe ser la misma: si nos saturamos demasiado y ella no se da cuenta, la huída hacia un lugar seguro es la opción más aconsejable. De esa manera, ella puede ver que a lo mejor no somos lo que pensaba y nosotros podemos  o bien seguir nuestra vida, o bien contraatacar cuando la situación se haya calmado.

Ha llegado el buen tiempo y el destape ya está aquí. No tensemos la cuerda porque lo podemos pagar muy caro.

viernes, 8 de abril de 2011

Reyes de Europa (Vs El Efecto Matador)

Se avecinan unas semanas intensas, con cuatro clásicos a la vista. Después de muchas elucubraciones por parte del Real Madrid y de la dosis habitual de ‘hiperhumildad’ de Pep Guardiola, los equipos más poderosos de la Liga han dejado sellado su pase a las semifinales de la Champions. Por su parte, el Villarreal, uno de los equipos que está luchando por hacerse con la ‘otra Liga’ (la que forman todos menos Madrid y Barça), también encarriló su pase a las semifinales de la Europa League, donde probablemente se medirá al Oporto. De ahí saldrá el sucesor del Atlético de Madrid.

Submarino amarillo aparte, nadie me podrá negar que la eterna lucha por el poder entre el Real Madrid y Barcelona, Barcelona y Real Madrid, empieza a cansar. El vergonzoso reparto de los derechos televisivos sólo ayuda a inflar más la distancia que estos dos equipos tienen con el resto de los conjuntos de Primera División.

Barcelona y Real Madrid recuerdan a los típicos tíos pesados, muy pesados, pero también imposibles de vencer. Son perfectos: poseen un físico de diez, tienen mucho dinero, buen coche, un gran trabajo, son muy inteligentes y pueden hablar de cualquier materia, su familia parece sacada de la jodida Casa de la Pradera, etc. En casi todos los aspectos mencionados anteriormente (a excepción, por supuesto, de la inteligencia), la vida no nos ha situado en igualdad de condiciones. Sí, ya sé que hay una cosa en la que seguro les ganamos, pero no es aconsejable mostrar el miembro así como así.

Posicionarse al lado de uno de estos especimenes por la noche es sinónimo de fracaso seguro. Peor sería aún si nuestro contrincante en la vida cotidiana por una fémina fuese uno de ellos. Y resultaría terrible que fuera el ex de nuestra novia. Pero no cometamos el error de hundirnos a la primera si nos cruzamos con un ‘chulo-putas’ de estas características. Nunca debemos olvidar el llamado ‘efecto Matador’.

Es muy, muy difícil darse cuenta de ello. Puede durar semanas, días o quizás sólo minutos. Tal vez ha sido producido por tener sexo continuado o a lo mejor las sesiones de piscina han comenzado a dar frutos. En ocasiones no tiene ninguna explicación. Lo que está claro es que ahora tenemos un halo que nos hace ser deseados por el sexo contrario. Al principio pensaremos que las chicas nos miran porque nuestro estado es lamentable, pero no. Ahora les resultamos atractivos a ellas y ahora es cuando hay que aprovechar.

Así que dirijámonos a la mujer de nuestros sueños. No importa que el Real Madrid y el Barcelona estén acechando, el ‘efecto Matador’ decantará la balanza hacia nuestro lado. Y si en realidad las chicas nos miraban con cara de asco porque estábamos muy borrachos, pues mala suerte. Tocará seguir esperando.

miércoles, 6 de abril de 2011

Mourinho y las mujeres

Al César lo que es del César. Mourinho arriesgó y venció. Si bien es cierto que el Tottenham no fue rival y menos con diez hombres sobre el campo (si soy Redknapp no permito jugar más a Peter Crouch), los jugadores más destacados del Real Madrid fueron Marcelo, Di María y, en menor medida, Cristiano Ronaldo. El técnico portugués entendió a la perfección la importancia del encuentro y la jugada le salió redonda. El desenlace podía haber sido muy diferente, ya que una recaída de cualquiera de los tres, sobre todo de CR7, habría puesto en el disparadero al de Setúbal. Quizás ha sido algo que se ha buscado él mismo, pero hoy por hoy no hay recambios de garantías para suplir a ninguno de ellos.

A pesar de sus modales, de sus escándalos en las ruedas de prensa, de la relación con algunos de sus jugadores, de su prepotencia excesiva, de su supuesta creencia en fenómenos esotéricos... A pesar de los pesares, el hombre que tiene más hambre de títulos en el Real Madrid es José Mourinho. Acostumbrado a lidiar con otros vestuarios de gran nivel y grandes egos, Mou pensó en un principio que esto iba a ser un camino de rosas. Nada más lejos de la realidad: desde hace años, el Real Madrid se ha convertido en un búnker hermético, un lugar triste y extraño rodeado de constantes sospechas. En este complicado entorno, el entrenador se ha visto obligado a sacar su arsenal más pesado para conseguir la unión de los jugadores y la pelea por algún título. Incluso ha llegado a hablar de premoniciones para convencer a los suyos de que vencer al Barcelona es posible.

Las mujeres, aunque intenten negarlo, adoran el estilo Mourinho en el plano sentimental. Sí, ellas proclaman a los cuatro vientos su independencia del sexo masculino y su repulsión por la chulería pero la verdad es bien distinta. Quieren a un tío seguro de sí mismo aunque a veces pueda parecer prepotente; quieren a un tío que sepa tomar la iniciativa, que tome las riendas de la pareja en determinados momentos; quieren a un tío protector y acostumbrado a pelear por grandes metas; quieren a un tío que despierte las envidias de las demás mujeres en la calle; quieren a un tío que las posea en la cama. En definitiva, quieren a un tío.

En la realidad ocurre como en la ficción: el villano siempre produce un puntito más de atracción que el sosaínas del héroe. Preferíamos a Mark Lenders que a Oliver y también a Sawyer que al cansino de Jack en ‘Lost’. De momento, Mourinho ha conseguido ya, y pase lo que pase, dejar el listón más alto que el ‘Ingeniero’ Pellegrini. Ahora sólo tiene que confiar en que esa magia suya haga que pase el Shaktar.

P.D: Pepe no puede jugar al fútbol. Ayer, otro regalito en forma de pisotón a Bale con el partido ya decidido. Ya lo hizo contra el Olimpyque de Lyon con dos agresiones que no causaron ni siquiera la expulsión. El incidente de Casquero no fue algo aislado, eso seguro.

lunes, 4 de abril de 2011

El batacazo (a.k.a Gatillazo)

Pocos lo esperaban. Miguel de las Cuevas (jugador que por su mala fortuna merecía un día así) puso patas arriba el Santiago Bernabéu, alejando al Real Madrid casi de forma definitiva de la Liga. El rival, a priori, no era de los más temibles y además el equipo jugaba ante los suyos. Quizás los jugadores se confiaron en exceso o tal vez, como aseguran algunos, lo buscaron de manera inconsciente para centrarse en la Copa y en la Champions. Sea como fuere el batacazo fue de aúpa. De hecho, Mourinho llevaba nueve años sin sufrir un descalabro así.

Desgraciadamente nosotros, los hombres de carne y hueso, no podemos decir que ostentemos un récord de esas características. A todos (recalco TODOS) nos ha ocurrido, incluso más a menudo de lo que quisiéramos. El batacazo siempre llega en el momento menos oportuno y con la chica menos apropiada para caer de esa manera. La historia suele suceder de esta manera:

Conocemos a una hembra de armas tomar y sin saber cómo ni por qué, la terminamos convenciendo de que venga a nuestra casa. En el camino algo hace clic en nuestro cerebro: ¿Y si no doy la talla? Intentamos que esa idea se vaya de nuestra cabeza, repitiéndonos mentalmente una y otra vez la suerte que tenemos. Llegan los primeros besos y parece que nuestra amiga de abajo también reacciona. Pensamos que sólo ha sido una falsa alarma, que toda va a ir sobre ruedas.

Ya estamos en la cama. No sabemos en qué posición colocarnos y nos cuesta quitarle la ropa a nuestra compañera. Oh, oh, la cosa está empezando a bajar… Nos centramos en el clásico magreo para volver a ponernos a tono: pechos, culo, muslos, entrepierna… Parece que nuestro soldadito vuelve a estar en formación pero ella quiere pasar de inmediato al partido y dejarse de calentamientos. Llega uno de los momentos más delicados: el momento preservativo. Nos volvemos a venir abajo y en nuestra mente se instala la palabra FRACASO.

No estamos en condiciones de introducir nada, así que buscamos otra alternativa para ganar tiempo y recuperar la erección. Nos decantamos por el sexo oral, cruzando los dedos para que no nos encontremos un patatal. Ella parece que disfruta pero nosotros seguimos igual de mansos que antes. No sabemos cómo proceder, así que volvemos al magreo. No estamos en plenas facultades, pero nos arriesgamos a comenzar con el coito. Nos colocamos arriba… nada. Proponemos cambiar de postura, confiando ciegamente en el perrito. Es alucinante: no entendemos cómo con semejantes vistas nuestra amiga sigue en descanso.

Nuestra fémina (de esa noche, después de esto no la volveremos a ver) decide tomar las riendas del asunto. Mientras nos practica una felación, intentamos poblar nuestra mente de imágenes pornográficas y palabras malsonantes. Nos rendimos: si un ‘chupi-paja’ no lo consigue, esto ya no lo resucita nadie.

Después de un gatillazo así, poco se puede hacer. Mi consejo es claro y contundente: una sesión de ‘Spartacus’ lo arregla todo.

viernes, 1 de abril de 2011

La cita (Primer tiempo)

Después de la última entrada, he sentido la necesidad de bajar el pistón. Hace unas semanas reflexionamos sobre la importancia que tiene la preparación en una cita. En este fin de semana en el que regresa la Liga (como era de prever), muchos de vosotros os enfrentaréis a este tipo de situaciones. ¿Dónde lo habíamos dejado? Ah sí, acababais de entrar en el peor bar de la zona. Prestad mucha atención:

Minutos iniciales: El comienzo es clave en una cita. En los primeros compases del partido resulta necesario mantener la concentración. Hay que evitar los silencios incómodos a toda costa. Por ello, lo más sencillo es recordar la noche en la que os conocisteis: lugar, hora, detalles, la gente que iba con vosotros, etc. Eso os asegura, como mínimo, cinco valiosos minutos de conversación que harán que los nervios se vayan en cierta medida.

La conversación: Tras recordar cada palabra que os dijisteis en el momento de conoceros, es hora de cambiar de tema. Las opciones no son muchas y seguramente terminaréis hablando de vuestras respectivas profesiones. Quizás por ahí tenéis algo en común. En caso contrario, aferraos a cualquier serie de moda, disco o película. Otra opción es tirar de anecdotario personal y llevar la conversación al terreno más cómico. Es muy importante que ella se ría al principio de la cita.

La bebida: Lo normal es una caña para empezar, pero si queréis correr menos riesgos aún pedid una clara con limón. El problema viene cuando ella opta por un refresco sin alcohol o lo que es peor, por un café con leche. En ese momento debéis de tener claro que la cosa no pinta nada bien. En caso contrario, cuando ella pida lo mismo, lo mejor es centrarse en controlar el ritmo. No hay que ir muy deprisa pero tampoco es positivo dormirse. Preguntadle siempre a ella antes de pedir otra ronda y preparad la billetera porque siendo el primer día, os tocará pagar.

Los movimientos: Es un tema bastante complejo en la primera cita. Lo primero que hay que tener en cuenta es qué ha pasado ya entre vosotros: no es lo mismo que sólo hayáis hablado o que ya hayáis practicado el coito, aunque sea en condiciones lamentables. A partir de ahí, las opciones son múltiples: podéis dar el primer paso buscando el contacto físico a las primeras de cambio, esperar una señal de ella o aguardar hasta que cambiéis de lugar. No podéis olvidaros tampoco de otro movimiento esencial: ir al servicio. Lo mejor es esperar hasta el final o de lo contrario correréis el riesgo de romper la conversación y que se produzca un incómodo silencio. Asimismo, podéis aprovechar ese momento para informar a vuestros compañeros sobre vuestros avances.

Si todo ha ido bien, lo más normal es que cambiéis de rumbo y os dirijáis hacia otro lugar más tranquilo para tomar una copa: un local o vuestra casa. Y justamente ahí es cuando comienza el segundo tiempo…