lunes, 28 de marzo de 2011

El fin de una era

Da miedo. Haber estado tanto tiempo en lo más alto de la cima y verte desbancado da mucho miedo. Raúl González Blanco lo ha vivido en sus propias carnes, al ver cómo David Villa, después de mucho misterio, le superaba como máximo goleador de la selección nacional. Como todo gigante que se precie, el para algunos sempiterno 7 del combinado nacional y del madridismo ha conseguido que sus registros hayan quedado grabados en la historia durante varios años. Y lo que es más complicado, lo ha logrado desde la lejanía.

La caída al ostracismo es dura. Haber marcado goles de todos los colores, en todas las posturas, haber perforado muchas y diferentes metas rivales y que todo eso quede sumido en el olvido resulta cruel. Pasar de gurú de la noche a simple observador no es algo sencillo. El cambio se produce paulatinamente, casi sin darnos cuenta. Hace un mes peleábamos cada migaja con la máxima intensidad y ahora nos apartamos de la terna. ¿Qué nos está pasando?

La respuesta es obvia: nos hemos convertido en el cazador cazado. Así como suena. Nos han enganchado. Posiblemente nos hemos confiado en demasía y nos hemos dejado llevar cual principiantes. Lo que empezó siendo un ‘rollete sin importancia’ ha terminado por retirarnos del mercado. Se acabaron las largas noches dedicadas a la búsqueda de hembras, se terminaron los frotes con una desconocida en medio de la pista, quedará atrás la inolvidable sensación de triunfo al salir del garito con la presa más codiciada..

Pero lo peor no es eso. Ni mucho menos. Ahora comienza una etapa realmente dura. Regresan los viejos fantasmas del pasado. Lo que hace un tiempo veíamos desde fuera con alivio por no ser uno de los protagonistas, ahora nos ocurrirá a nosotros. Los buitres de la noche se transformarán en enemigos personales, cada fin de semana volverá a ser un complicado rompecabezas de planes y cada fecha señalada en el calendario un chorreo de dinero. Pero ahí no queda la cosa: llamadas, mensajes, que si estás saliendo demasiado, que si tengo la regla y estoy sensible, que si nunca me escuchas, que si hoy no me apetece y mejor dormimos, etc. Debemos tener cuidado en este punto, ya que podemos estar cerca de convertirnos en ‘calzonawers’, término que desarrollaremos más adelante.

Cuando ‘la Roja’ llegó a Granada para disputar el partido ante la República Checa, centenares de aficionados recibieron a los campeones del Mundo con gritos de “Raúl selección”. Siempre hay un momento para que la masa recuerde a quien fue grande en una época. Cuando nosotros miremos hacia atrás con nostalgia y melancolía, siempre podremos decir a los nuestros (a sabiendas de que quizás sea mentira) que no nos den por muertos. Que tarde o temprano volveremos.

jueves, 24 de marzo de 2011

Rebajas (Primera parte: cómo evitarlas)

Estamos de luto: este fin de semana vuelve a tocar parón liguero. Cada vez que juega la selección, algunos nos sentimos huérfanos y sin rumbo. Por mucho que nos empeñemos en negarlo, preferimos la clásica jornada al partido clasificatorio de turno y más en la recta final de la temporada. Esta situación entraña varios riesgos: el mayor es que, a falta de encuentros oficiales, concentremos todos nuestros esfuerzos en jugar otro tipo de partidos. Es innegable: el sexo es una de las mejores formas de pasar nuestro tiempo libre pero no debemos obsesionarnos. De lo contrario podemos caer en… las rebajas.

No hace mucho que se ha cerrado el mercado de fichajes invernal en Primera División y seguimos teniendo la certeza de que en el fútbol no existen las gangas. Hay que reconocer que siempre hay excepciones, como las de Medel y Rakitic en el Sevilla, pero por lo general lo más extendido son los pufos (Elías). En la noche tampoco hay chollos. Olvidaos de lo bueno, bonito y barato porque pasada una determinada hora, sólo iremos hacia abajo.

En primer lugar (sabemos que es difícil), lo más importante es salir relajados. Nuestra mente ha de estar despejada y a poder ser, nuestro depósito descargado. Eso nos servirá de gran ayuda a la hora de entablar una conversación con una fémina, ya que no pareceremos unos cabestros salvajes ni emitiremos bufidos. Ahora vamos a analizar las posibilidades que nos ofrece la noche en sus diferentes franjas horarias. Recordad, sin prisa pero sin pausa:

01:00 – 03:00 am: A primera hora se pueden encontrar libres a las mejores hembras del garito. Lo bueno es que suele haber poca gente y podemos hablar con ellas con más tranquilidad. Lo malo es que aún no están borrachas y eso siempre dificulta la conversación. No olvidemos tampoco que si conseguimos ligar tan pronto, deberemos aguantarla tooooooda la noche.

03:00 – 05:00 am: Es la hora estándar para conseguir un acercamiento fructífero. El mercado aún está abierto y sigue habiendo material interesante. El nivel de desinhibición es alto pero sin llegar a extremos peligrosos. Buen momento también para emprender la huída hacia nuestro nido de amor.

05:00 – 06:00 am: Estamos a punto de caer en el agujero. Quizás debamos mentalizarnos de que en ocasiones una retirada a tiempo es una victoria. Si no nos conformamos con una sesión de éxitos de ayer, de hoy y de siempre en ‘youporn’, tendremos que ser muy rápidos en la captura. El nivel físico ha bajado de forma contundente, mientras que el alcohol impregna cada poro de las pocas mujeres que quedan en el local. Consejo: vamos a dejarnos de tonterías y tiremos la boca directamente. A estas alturas hay poco que perder.

06:00 - …: Lo siento amigo, acabas de entrar en las rebajas. Este mundo es realmente complejo a la par que apasionante, así que lo trataremos más a fondo en próximas ediciones.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Buitres

El último en caer ha sido el ‘Boquerón Esteban’. El ya ex técnico del Hércules ha visto cómo los Trezeguet, Valdez, Drenthe y compañía han acabado inmersos en los puestos del azufre, a pesar de las buenas sensaciones que dieron en un principio. La tempranera campanada en el Camp Nou no hacía presagiar, en ningún caso, este desenlace. Pero la vida no se para: “A rey muerto, rey puesto”. En el momento de escribir este post la directiva del conjunto alicantino se debate entre tres nombres para sustituir a Esteban Vigo: Djukic, Mandiá y Hugo Sánchez.

El mexicano lleva revoloteando sospechosamente por los medios de comunicación (con comentarios lamentables) durante los últimos meses en busca de un banquillo libre. Ya lo hizo su compatriota Javier Aguirre - conocedor de la delicada situación en ese momento de varios equipos de la zona baja de la tabla - y se colocó en el Zaragoza. Esta estirpe de entrenadores no entiende de respeto ni de solidaridad al gremio; simplemente husmean, huelen los problemas y se aprovechan de ellos.

La vida está llena de buitres. Los podemos ver en el trabajo, en las gasolineras, en los supermercados, incluso en nuestro entorno más cercano. Prefieren sacar tajada del mal ajeno, creen que esa forma de prosperar es más sencilla que buscar el mérito propio. Y como de costumbre la situación empeora de forma drástica si hablamos de mujeres.

Existen varios tipos de buitres. Los más peligrosos son los que se camuflan en amigos desinteresados. Están en contacto permanente con su presa (nuestra novia) en todo momento, con lo que sabrán exactamente cuándo comienzan los problemas en el paraíso. No importa cuánto tiempo tengan que esperar: su naturaleza ruin les dota de mucha paciencia. Cuando llegue su momento no caerán en la precipitación. Su evolución ideal consiste en pasar paulatinamente de paño de lágrimas a confidente, para después terminar siendo compi de cama. No os sorprendáis si les veis paseando de la mano con ella un mes después de la ruptura. No tienen piedad.

Pero también los hay más prácticos. Algunos se sienten más cómodos en el papel de simples conocidos. Pueden haber tenido algún lío con vuestra chica en el pasado o quizás la hayan conocido de noche. En algunos casos sólo son compañeros de trabajo o de clase. Ellos prefieren ahorrarse la etapa ‘me interesa sólo tu amistad porque me gusta tu forma de ser’ para centrarse en el sprint final. Agazapados en su madriguera, salen a la palestra cuando ven que la oportunidad está cerca. No preguntan directamente, pero sí investigan en las redes sociales y en el entorno de su presa (nuestra novia). Su objetivo primordial es echar un polvo y lo peor es que a veces hasta lo consiguen.

¡Ay, los buitres! Desesperados buscadores de carroña. Cada reconciliación es un puñal para ellos y cada pelea una ventana abierta. Es cierto que no siempre es así, pero produce una enorme satisfacción observar a Hugo Sánchez sin equipo y mirar la cara de los buitres cuando nos ven con su ansiada presa (lo sentimos, sigue siendo nuestra novia). En ese momento tres hermosas palabras vienen a nuestra mente: que se jodan.

lunes, 21 de marzo de 2011

Los minutos de la basura

Nos hemos hartado de verlo durante la primera parte de la temporada. En una Liga tan desigual como la Española y hasta que no ha comenzado la fase seria de las competiciones europeas y los partidos acumulados, Barcelona y Real Madrid nos han regalado demasiados minutos de la basura. Partidos decididos ya en la primera parte que se terminan convirtiendo en un pesado trámite para vencedores y vencidos.

En un encuentro de fútbol el sufrimiento tiene siempre un final marcado: el silbato del árbitro en el minuto 90 libera a los jugadores de seguir sumidos en el sinsentido. Pero en cuanto a sexo se refiere la cosa varía un poco. Da igual si hemos goleado o si por el contrario hemos recibido un serio correctivo. Nuestro objetivo siempre será que el choque termine cuanto antes.

Si jugamos en casa ajena la situación no resulta tan complicada. Cuando lo creamos conveniente recogeremos nuestros bártulos y desfilaremos por la puerta. En el improbable caso de que nuestra acompañante intente retenernos, la lista de excusas creíbles es larga: trabajo, estudio, comida familiar, partido de fútbol, etc. Lo mejor es intentar la huída antes del mediodía. Un regreso con la solana de cara, apestando a sexo y sudor y con un euro en el bolsillo, no es plato de buen gusto para nadie.

Los problemas de verdad llegan cuando el coito se produce en nuestra humilde morada. Por unas razones u otras hemos decidido evitar el desayuno romántico a toda costa y la chica en cuestión no parece tener intención de marcharse. Como se suele decir, es mejor prevenir que curar. Si nos hemos trabajado una buena coartada en el camino a casa, conseguiremos el objetivo de forma sencilla. Es importante poner el despertador a la hora acordada y actuar de forma rápida. Así evitaremos cualquier tipo de remoloneo en la cama.

Pero como de costumbre el alcohol, las prisas para convencerla y el deseo sexual han hecho que no pensemos en lo que ocurrirá en unas horas. Toca improvisar. Las llamadas familiares suelen ser eficaces. Podemos fingir que nos llama nuestra madre (o padre/hermano/hermana) para avisarnos de un plan de última hora. Si elegimos la típica comida, podemos decir que es fuera de nuestra ciudad, aunque lo mejor es afirmar que todo el núcleo familiar se dirige a la vivienda. Aquí es muy importante que despleguemos nuestras dotes de actor. Otra opción menos aconsejable es la del accidente porque siempre es peligroso tentar a la suerte. Por último, y si vemos que se acerca la hora de comer y no ha movido un dedo aún, lo más radical será inventarnos una novia que también se dirige allí. Esto no falla nunca.

Debemos tener cuidado con todo lo que decimos durante la noche. Por ejemplo, si se nos ocurre confesar que poseemos vehículo propio, nos veremos obligados a trasladarla a casa, lo que alargará de manera innecesaria los temidos minutos de la basura. Por eso es tan importante el equilibrio en una competición. Sin emoción no hay nada.

jueves, 17 de marzo de 2011

Impossible is nothing

11 años. Coloccini, Burgos, Sergi, Luis García, Dani, Fernando Torres, Albertini, Ibagaza, Nikolaidis, Petrov, Maxi Rodríguez, Kun Agüero, Forlán, Jurado, Simao, Luccin, Musampa, Leo Franco, Pablo Ibáñez, Kezman… Ninguno de ellos ha conseguido vencer al Real Madrid con la elástica rojiblanca. A pocas horas del cuarto derbi de la temporada, las sensaciones en la parroquia colchonera son, si cabe, más pesimistas de lo habitual. Los antecedentes más recientes no son positivos y la diferencia entre las dos plantillas es palpable.

Todos nos hemos sentido así con alguna mujer. Sin saber cómo ni por qué, idealizamos a alguien que quizás ni siquiera conocemos. Nuestra mente ha creado a una diva inaccesible de la nada. Ella puede ser la chica en prácticas de la farmacia de la esquina, nuestra vecina, la hermana pequeña de uno de nuestros mejores amigos, la camarera del garito en el que tanto nos cuesta pedir una copa o la típica compañera de trabajo/clase ennoviada desde los 15 años.

Nadie entiende lo que nos pasa. Cuando tenemos que saludarla comienzan a sudarnos las manos y las palabras tardan en salir de nuestra boca. Si la conversación se alarga un poco más, nos bloqueamos completamente y soltamos una lista interminable de incoherencias. Después, cuando ya se ha ido, bajamos la cabeza y pensamos: “¡Joder, otra vez la misma historia!”. Aunque quizás sí que hemos llegado a tener un cierto flirteo con ella en alguna ocasión, la cosa nunca ha pasado a mayores.

El problema, compañeros, es psicológico. Hemos levantado un muro delante de un tesoro que seguramente no sea tal. Debemos quitarnos los complejos, dejar la presión atrás, confiar en nuestro juego. De esta manera, comprobaremos que no tenemos nada que envidiarla, que sólo es una chica del montón con más carne que hueso. Así que no podemos dejar que se crezca más: ahora los inaccesibles seremos nosotros (aviso: esta estrategia puede salirnos mal si la tía está cañón).

Lo que está claro es que nuestra mentalidad ha de ser otra: el victimismo y la rendición no son palabras que deban estar en nuestro diccionario. Y eso lo sabe cada vez mejor la afición del Atlético de Madrid. La mayoría de sus seguidores no lo muestran abiertamente, pero en el fondo mantienen la esperanza de romper la estadística de una maldita vez. Justamente ésa es la actitud que tendremos la próxima vez que veamos a nuestro rival más duro: “Sí, ellos tienen a Cristiano, a Mourinho, nueve Copas de Europa y todo lo que queráis, pero nosotros somos el Atleti”. Pues eso.

miércoles, 16 de marzo de 2011

La mirada inestable (Por Christopher Moltisanti)

Le dije que era periodista pero que además sabía tocar el acordeón. Se rió. Ella tenía ganas de tener novio y yo por entonces no tenía nada mejor que hacer. Se llamaba Laura. Acabó gustándome mucho. Era grácil, simpática… y tremendamente inestable. Una tarde llegué a su apartamento, estaba en pijama. Me dijo que yo no la quería lo suficiente y que me fuese por donde había venido. Me largué sin entender nada.



Viendo el otro día el partido entre el Barça y el Arsenal me acordé de ella. La reconocí en los movimientos sincronizados de Van Persie, el jugador más plástico que he visto en mi vida. Hace unos controles maravillosos, encara, sortea y tiene buen disparo. Pero llegó un momento durante el partido en que se le cruzó un cable. Sin sentido, intentó agredir a Alves (a muchos les nace el mismo sentimiento cuando juegan contra él). No tuvo éxito. El asunto se quedó en amarilla. En la segunda parte, le pitaron un fuera de juego cuando iba a encarar a Valdés. Tiró a portería para perder unos segundos. Cierto que el árbitro fue muy riguroso, pero el chico se arriesgó a que le sacasen una amarilla. Dejó por una tontería a su equipo con diez. Después le ví quejarse del árbitro en una televisión inglesa pero no me importaba lo que estaba diciendo, sino que me di cuenta de que tenía la misma mirada inestable de la chica a la que me presenté como un reputado músico de verbena.



A ella la ví hace poco en los tornos del metro. Iba con un tipo fuerte que la levantó en volandas para ahorrarse un euro. ¡Vaya dos cutres! Fue una pequeña victoria verles así desde lejos.

lunes, 14 de marzo de 2011

Entorno complicado (Las 'tías-tío')

Hace ya algún tiempo, el padre de un gran amigo me confesó una de las verdades universales que todo guerrero debería saber. Al calor de una botella de Chivas, y mirándome fijamente a los ojos, me soltó: “No te atormentes, cualquier mujer que conozcas siempre va a estar rodeada de hombres”. Amén.

Me hizo falta muy poco tiempo para darme cuenta de que esa máxima guardaba mucho de verdad. Normalmente, ellas suelen tener a muchos hombres en su vida pero existen algunos casos en los que el asunto es llevado casi al extremo. Esto ocurre con las llamadas ‘tías-tío’. No, no me refiero a las que sienten que son un hombre atrapado en un cuerpo de mujer y van ataviadas con bonitas camisas de cuadros. Quizás de ese género hablemos más adelante pero hoy no. Me refiero a aquellas que sólo tienen una cosa en la vida: tíos, tíos y más tíos.

Es fácil identificarlas. Al principio, empezarán con alguna perla del tipo: “Yo es que pienso más como un tío, por eso me siento cómoda con ellos”. Ha llegado el primer aviso y en este tipo de situaciones, os lo aseguro: una retirada a tiempo es una victoria. Pero seguramente no nos vayamos, nosotros somos así de chulos y también es posible que estemos con la libido por las nubes. Tranquilos, lo que viene ahora le baja el calentón a cualquiera. Las ‘tías-tío’ prácticamente no tienen amigas. Ellas poseen amigos, muchos tipos de amigos: los que viven aquí, los que viven fuera, los que están pillados por ellas, los que han tenido algún roce algún día con ellas, por los que han sentido alguna vez un amor platónico, los que son como un hermano y por eso pueden dormir con ellos desnudas, los que son gays y por eso también pueden dormir con ellos desnudas, etc. De los ex novios ni hablamos porque, por supuesto, también son sus amigos y por qué no, también duermen de vez en cuando a su lado. Ellas no tienen ningún reparo en contarnos todas sus experiencias sexuales que, por cierto, suelen tener como protagonistas a sus amiguitos anteriormente mencionados. No se os ocurra preguntar por los detalles porque obviamente os los darán.

Si hemos llegado hasta aquí, tenemos dos opciones: la primera es comernos nuestro orgullo, intentar disimular la cara de asco que tenemos y tirar para adelante. ¡Pero cuidado! Su habitación puede estar empapelada con fotos de TODOS sus amigos y ese puede ser el final. Eso sí, si el de abajo sigue pidiendo guerra significa que mentalmente estamos muy preparados. Pero no nos engañemos: lo normal es que antes o después explotemos y le digamos a la chica en cuestión que todo lo que nos está diciendo nos produce repulsión. Que nos parece una mierda, vamos. Ahí es cuando todo se va a complicar de verdad: ella nos soltará una retahíla filosófica para que nos demos cuenta de que somos unos cavernícolas machistas, todo lo contrario a los miles de mindundis que la rodean. ¡Vaya empacho de tíos!

A veces con los futbolistas, ocurre algo similar. Luis Fabiano se ha marchado del Sevilla después de casi seis temporadas y tras marear mucho la perdiz. En cada mercado de invierno o de verano, miles de rumores salían de nuevo a la luz sobre la marcha del brasileño. Por fin ha cogido sus maletas y se ha marchado al Sao Paulo sin hacer mucho ruido. Quizás para el Sevilla sea mejor así. Cuando el entorno de alguien es complicado, lo más sensato es mantenerse lejos.

viernes, 11 de marzo de 2011

Cuestión de estilo (II)

Hace unas semanas analizamos algunos de los estilos que el público masculino (o sea, nosotros) utiliza durante el encuentro sexual. Hoy ha llegado el turno para estudiar cómo se desenvuelven las mujeres en este tipo de partidos. Aunque intenten negar la evidencia alegando que cada una es un mundo en sí misma, no os dejéis engañar: saben muy bien qué estrategia utilizar en cada momento. Y es que ellas también juegan.

Esta vez nos centraremos en el fútbol patrio para desglosar alguno de los estilos con los que podemos toparnos una noche cualquiera:

Athletic de Bilbao, la leona: Dicen los que entienden que no hay una sensación parecida a jugar en la Catedral del fútbol, en San Mamés. Aquí ocurre algo parecido. Cuando una leona nos da caza, lo mejor es prepararnos para un partido de máxima intensidad. Jadeos, alaridos, arañazos o mordiscos son algunos de los elementos a los que nos enfrentaremos. Suelen sentirse cómodas cuando el público calienta el ambiente con palabras malsonantes. A veces es complicado diferenciar lo real de lo sobreactuado, aunque lo bueno es que si optamos por creernos todo nuestra autoestima saldrá muy reforzada.

Villarreal, la cabalgadora: Da gusto (nunca mejor dicho) cuando nos enfrentamos ante un equipo de estas características. Saben tocar muy bien el esférico, llegando a sacarlo jugado desde abajo. No son amantes de las vulgaridades y se centran más en conseguir crear un buen espectáculo. Gozan de buena forma física, por lo que tomarán las riendas del choque cuando lo estimen necesario. Sus poderosas caderas son su marca más característica. Hay que tener cuidado: pueden golearnos en poco tiempo si nos dejamos llevar.

Levante (o cualquier otro equipo de la zona baja de la tabla), la agradecida: Equipos acostumbrados a recibir grandes goleadas en la mayoría de partidos, intentarán dejar un buen sabor de boca cuando se enfrenten a nosotros. Conscientes de que su atractivo físico no es su fuerte, buscarán conquistarnos por medios meramente carnales. No debemos confiarnos, ya que no siempre se muestran tan cariñosas como quisiéramos. Lo mejor es finiquitar este tipo de partidos cuanto antes.

Deportivo de la Coruña, la rácana: Uno de los peores rivales que podemos encontrarnos en la noche. Su nivel físico es medio, pero realmente no sabemos por qué han accedido a jugar. Suelen estar bien cerradas atrás, por lo que el acceso a la portería es muy complicado. No son amigas de florituras ni mucho menos del ‘jogo bonito’, con lo que el partido se suele hacer largo y tedioso. No es buena idea proponer innovar en cuanto a posturas se refiere, ya que ellas sólo están dispuestas a lo básico.

Evidentemente, hay estilos mejores que otros. Sin embargo, lo mejor es tener la ocasión de probarlos todos. Las Ligas también se ganan en campos complicados y no sólo ante grandes equipos.

miércoles, 9 de marzo de 2011

La preparación

Cada equipo la afronta de una manera distinta. Los momentos previos a un gran partido suelen estar cargados de tensión y nerviosismo. Jugadores y técnicos intentan paliar la ansiedad con diferentes estrategias. Pep Guardiola ha llevado hasta el final su manía de viajar el mismo día del choque (algo que desencadenó una tormenta en la visita del Barcelona al Reyno de Navarra). Mourinho, en cambio, prefiere concentrar a los suyos un día antes, incluso en los partidos en los que el Real Madrid juega en el Bernabéu. Luis García, técnico del Levante, opta por motivar a sus jugadores con la banda sonora de un clásico del cine como “Rocky”, mientras que Gorka Iraizoz, actualmente guardameta del Athletic de Bilbao, elige la película “Gladiator” como fuente de inspiración. Existen jugadores que afirman que lo mejor es dormir una placentera siesta y otros que deciden despejar la mente con juegos de mesa. Todo vale con tal de eliminar los nervios.

La tarea es igual de complicada o más si hablamos de la primera cita con una mujer. Hoy nos centraremos en los momentos previos antes de quedar con una chica que hemos conocido por la noche. Sabemos poco de ella e incluso nos cuesta recordar su aspecto físico. No hay que perder la calma, basta con seguir estos sencillos pasos:

• Lo primero que debemos conseguir es concretar una cita. Puede que no tengamos la certeza de que el número que nos han proporcionado sea el correcto (cada vez son más astutas), por lo que tenemos dos opciones: la llamada es más arriesgada, pero nos hará salir de dudas mucho antes. Si la protagonista de nuestro hipotético ‘affaire’ está dispuesta a quedar, lo sabremos enseguida. El riesgo está en que no hemos hablado con ella nunca y es muy probable que por nuestra boca sólo salgan estupideces. Por eso, si la cosa marcha bien, lo mejor es terminar la llamada cuanto antes. Si no nos responde siempre podemos optar por la alternativa más conservadora: mandar un mensaje. La incertidumbre es el punto más negativo del sms, ya que existe la posibilidad de que nunca recibamos una respuesta.
• Bien, por lo que parece ya hemos conseguido acordar una cita. El lugar del encuentro también tiene su importancia: podemos optar por elegir un sitio que esté cerca de nuestra morada (por si la noche va sobre ruedas), o decantarnos por algún local más céntrico que nos facilite una escapada si fuera necesario.
• Llega uno de los momentos más delicados: el camino hacia la cita. Es normal que los nervios se apoderen de nosotros. A medida que nos vamos acercando, nos preguntamos si todo esto merece la pena por un polvo que ni siquiera es seguro. Quizás hubiera sido mejor dedicarnos un homenaje en forma de sesión de onanismo. Pero no, ya no hay marcha atrás: acabamos de llegar al punto de encuentro.
• Si no recordamos nada sobre el aspecto físico de nuestra dama, lo más aconsejable es fingir que estamos hablando por el móvil: eso nos dará cierta libertad a la hora de observar desde la lejanía. En cualquier caso, alguno de los dos se acercará y llegará el temido momento de la presentación. No dudéis: marchad convencidos a por los dos besos, ya que una mala maniobra buscando la boca puede dar como resultado una situación verdaderamente incómoda.
• Las primeras frases son fundamentales, por lo que intentaremos evitar los tópicos: “Qué tal” “Bien, ¿a dónde vamos?” “Me da igual” “A mí también”. Pufff... mal empezamos. Sea como fuere, nos hemos plantado en el peor bar de la zona, presas de nuestra indecisión causada por los nervios. El posicionamiento no debe inquietarnos demasiado al principio, debemos centrarnos más en la conversación. Uno de los dos debe tirar del carro y si vemos que ella no es precisamente una gran oradora, nos tocará a nosotros.

Ya estamos con ella, pero ahora nos surgen varias dudas: ¿De qué hablo? ¿Es aconsejable ir al baño antes que ella? ¿Cuánto puedo beber sin que todo se vaya al garete? ¿Cuál es el momento idóneo para entrar a matar? ¿Y para proponer seguir en un lugar más tranquilo? Todo esto y más en próximas ediciones.

lunes, 7 de marzo de 2011

Problemas en el vestuario

Existen en la mayoría de grandes equipos. El último trapo sucio que ha salido a la luz ha sido la supuesta enemistad de José Antonio Reyes y el Kun Agüero con Diego Forlán. José Marcos, consagrado periodista deportivo, revelaba en ‘El País’ la conspiración que tenían varios jugadores del Atlético de Madrid para no pasar el esférico al Balón de Oro del pasado Mundial. Si bien es cierto que en un principio la información puede parecer exagerada, si tenemos en cuenta la actitud del uruguayo durante la presente temporada, la conclusión es que algo oscuro debe estar sucediendo en el vestuario colchonero. Esto explicaría, en parte, las desafortunadas declaraciones que Forlán ha venido realizando día sí y día también en diferentes medios de comunicación. La afición, con muy poca memoria en la mayoría de ocasiones, ha cargado contra el charrúa en muchos encuentros.

El ambiente estaba caldeado antes del choque ante el Villarreal y los jugadores, conscientes de que todos los medios estaban contando los pases que Forlán recibía, cuajaron un gran partido. El Atlético venció con total merecimiento a todo un Villarreal con tres grandes protagonistas: Reyes, Agüero y Forlán. Casualidad o no, los tres mosqueteros consiguieron correr un tupido velo sobre tanta polémica y de momento, dejaron claro que dentro del campo, la sintonía entre ellos es innegable. Veremos lo que pasa de aquí a final de temporada y si alguno de los protagonistas habla sobre el asunto porque da la sensación de que aún queda mucha tela que cortar.

En la vida nocturna este tipo de situaciones no resultan tan extrañas. El entorno puede causarnos más de un quebradero de cabeza si no estamos ojo avizor. Realmente lo raro es que recibamos un pase de gol, por lo que nunca debemos bajar la guardia. En primer lugar, tenemos que tener claro cuáles son nuestras limitaciones: no es aconsejable entrar en una pelea desigual en la que la derrota es casi un hecho. Perderemos tiempo y nuestra imagen se habrá debilitado ante las demás asistentes al local. Y es que ligar en manada tiene más inconvenientes de lo que parece: los jugadores de nuestro equipo tienen las mismas ganas que nosotros de conseguir un tanto y harán lo posible por delimitar su territorio. Con un par de frases, podemos vernos fuera de la terna. “Mi amigo tiene novia” o “Juan ha bebido hoy más de la cuenta”, por ejemplo. Tampoco podemos fiarnos de gestos demasiados amables. Nos negaremos a que alguien nos presente a un objetivo: lo más probable es que aproveche ese primer contacto para subir puntos y para quitarnos posibilidades a nosotros.

A medida que avanza la noche la situación gana en dramatismo. Las ansias de nuestros compañeros por anotar se acentúan y la amistad se convierte en un término muy ambiguo. Si en este momento nosotros aún no hemos encontrado frutos a nuestro trabajo, lo mejor es seguir la guerra por nuestra cuenta. A poder ser, lo más lejos posible de los buitres y babosos que tan bien conocemos. Si por el contrario ya hemos iniciado un plan de ataque, lo ideal es definir cuanto antes. Debemos conseguir convencer a la elegida de emprender cuanto antes el camino a un lugar más cómodo. En estos momentos, la negociación es importantísima. Si no disponemos de una morada acondicionada para el encuentro sexual, tiraremos de imaginación y creatividad. Si permanecemos más de la cuenta en el garito, cada viaje al servicio puede ser el último que hagamos con perspectivas de triunfo. A determinadas horas de la noche, las hienas esperan agazapadas el momento de asaltar a cualquier dama sola e indefensa. En la noche como en la vida real, hay que ser muy rápido en época de rebajas.

Conviene recordar, por último, que no todos los equipos están tan desestructurados. A veces, nuestros compañeros nos sirven de gran ayuda e incluso nos proporcionan victorias. Aún así, es mejor tomar precauciones para evitar desagradables problemas en el vestuario.

viernes, 4 de marzo de 2011

Leyenda

Todo futbolista sueña con llegar a serlo. Perdurar en la memoria de todos, marcar una época, crear un estilo: pasar a la historia, en definitiva. Algo que sólo está al alcance de unos pocos elegidos. Actualmente, ‘el club de los cuatro’ (uno menos que la película), está integrado por Edson Arantes do Nascimento (más conocido como Pelé), Diego Armando Maradona, Alfredo Di Stéfano y Johan Cruyff. Sin duda, el quinto será Leo Messi. El argentino es, hoy por hoy, el mejor futbolista del mundo, aunque aún tiene mucho que ofrecer. Sus 23 años dejan un enorme margen de mejora, lo que invita a pensar que llegará a ser -si no lo es ya- el mejor futbolista de la historia.

Todos ellos han conseguido dejar su sello en los estadios más importantes del mundo. Maradona marcó el considerado oficialmente mejor gol en la historia de los Mundiales ante Inglaterra, en México 86. Con respecto a Pelé, es más complicado seleccionar un tanto, ya que en su carrera anotó la friolera de 1283. El estilo de Johan Cruyff ha servido como base de un modelo de vida en La Masía y Di Stéfano, a pesar de Mourinho, sigue encarnando los valores del madridismo. Por supuesto, han existido muchos grandísimos jugadores que se han quedado a las puertas del olimpo: Zidane, George Best, Puskas, Dino Zoff, Beckenbauer, Paolo Rossi, Platini, Van Basten y un largo etcétera.

Si en el mundo del balompié es complicado convertirse en leyenda, en la vida nocturna la misión se antoja casi imposible. He aquí los requisitos para ello:

• Los títulos son básicos. El número de victorias tiene que superar, como mínimo, el triple de nuestra edad. No basta con realizar juegos preliminares. Para que el punto suba a nuestro casillero es necesario definir.
• Debemos ser reconocidos a nivel internacional. No es suficiente haber probado el típico mercado norteamericano, tenemos que ir más allá. Lo ideal es impregnar con nuestra esencia los cinco continentes. Cuanto más exótica sea la elegida, mucho mejor. Por ejemplo, elegiremos a una dama iraní antes que a una francesa.
• No debemos conformarnos con conseguir varias victorias por separado en una noche. El objetivo está claro: disfrutar conjuntamente de dos mujeres. Para considerarse leyenda hay que hacerlo al menos una vez en la vida.
• Nunca pecaremos de prepotencia. Las leyendas se forjan, además de con actos, con actitudes. Si de verdad hemos conseguido tener un estatus, no hará falta presumir. Simplemente, ellas lo sabrán.
• Para una estrella no existe el rechazo ni mucho menos la sequía. Si descansamos durante un fin de semana será porque nosotros lo decidimos.
• La diferencia entre ser bueno o ser el mejor se observa, sobre todo, en los grandes partidos. Pelearemos siempre por el mejor objetivo, por muy difícil que éste sea.
• Queda terminantemente prohibido utilizar el dinero para conseguir cualquiera de los requisitos.

Muy pocos han llegado a este nivel. Todos hemos escuchado leyendas urbanas sobre supuestos héroes de la noche, pero no los hemos conocido. Tras un análisis exhaustivo y minucioso por todo el territorio nacional, hemos llegado a la conclusión de que sólo existe una persona que haya cumplido estos requisitos. Sí, estáis en lo cierto: es Bertín Osborne. Él nos guiará hacia la gloria.

martes, 1 de marzo de 2011

Estadios malditos

El Real Madrid volvió a pinchar en Riazor, un campo que nunca se le ha dado bien en los últimos tiempos (a excepción de la pasada temporada). En esta ocasión, la falta de puntería y la gran actuación de Aranzubia (está de moda el portero vasco), impidieron a los blancos conseguir la victoria. Pinchazo y a siete puntos del líder otra vez. Y es que hay estadios en los que, por una razón o por otra, el equipo no se siente cómodo: la presión del público, las malas condiciones del terreno de juego o la excesiva dureza con la que se emplean los rivales pueden ser factores a tener en cuenta. Le ha pasado al Barcelona, hasta no hace mucho, en el Reyno de Navarra y le sigue pasando a multitud de conjuntos en muchos campos de la geografía española.

La ventaja que nos ofrece la noche con respecto al fútbol es que en la mayoría de las ocasiones podemos elegir qué lugares evitar. Ahí van unos cuantos:

Fiestas universitarias (enfermería, medicina o similares): Un clásico de la noche española, sobre todo en nuestros años mozos. Siempre corre el rumor de que habrá una cantidad inusual de mujeres. Nos imaginamos a bellas ninfas ataviadas con trajes blancos, ceñidos y cortos, dispuestas a curarnos cualquier tipo de dolencia. La realidad es bien distinta: lo que hay es una cantidad ingente de hombres respirando tensión sexual por los cuatro costados. Estadios en los que es complicado hasta puntuar.

Garitos de moda (Gabana, New Garamond o La Posada de las Ánimas): Basta con observar los vehículos que están aparcados en la puerta, para hacernos una idea de lo que busca en este tipo de lugares el sexo femenino. Son sitios que se han puesto de moda, en la mayoría de los casos, porque el público asistente proviene de programas de televisión de tanta calidad como 'Mujeres, hombres y viceversa'. Las mujeres con las que intentamos hablar posiblemente no sabrán decir nada interesante más allá del “hola”, pero nos despreciarán cual perros si nuestra cuenta corriente no puede mantenerlas.

Antiguos estadios fructíferos (Art Deco o Bourbon Café): Hace tiempo fueron templos del disfrute sexual para muchos, pero el ‘boca a boca’ ha terminado causando el efecto contrario. Donde antes veíamos a grupos de féminas ávidas de diversión, ahora se encuentran beodos pasados de peso buscando algo que llevarse a la boca. Es aconsejable sacar el máximo partido a estos estadios cuando aún estamos a tiempo.

Fiestas de pueblo (Colmenar Viejo, Villalba o Soto del Real): Aunque en un principio parecen lugares propicios para encontrar una noche de pasión, no debemos confiarnos. Aquí la selección es importantísima, ya que una mala decisión nos podría introducir en una desagradable pelea con los lugareños más rudos. Es necesario evitar a toda costa ligar en los coches de choque: es su territorio.

Lo mejor es esquivar este tipo de lugares en la medida en que nos sea posible, aunque también conviene recordar que una victoria en un estadio maldito sabe mucho mejor.