viernes, 4 de marzo de 2011

Leyenda

Todo futbolista sueña con llegar a serlo. Perdurar en la memoria de todos, marcar una época, crear un estilo: pasar a la historia, en definitiva. Algo que sólo está al alcance de unos pocos elegidos. Actualmente, ‘el club de los cuatro’ (uno menos que la película), está integrado por Edson Arantes do Nascimento (más conocido como Pelé), Diego Armando Maradona, Alfredo Di Stéfano y Johan Cruyff. Sin duda, el quinto será Leo Messi. El argentino es, hoy por hoy, el mejor futbolista del mundo, aunque aún tiene mucho que ofrecer. Sus 23 años dejan un enorme margen de mejora, lo que invita a pensar que llegará a ser -si no lo es ya- el mejor futbolista de la historia.

Todos ellos han conseguido dejar su sello en los estadios más importantes del mundo. Maradona marcó el considerado oficialmente mejor gol en la historia de los Mundiales ante Inglaterra, en México 86. Con respecto a Pelé, es más complicado seleccionar un tanto, ya que en su carrera anotó la friolera de 1283. El estilo de Johan Cruyff ha servido como base de un modelo de vida en La Masía y Di Stéfano, a pesar de Mourinho, sigue encarnando los valores del madridismo. Por supuesto, han existido muchos grandísimos jugadores que se han quedado a las puertas del olimpo: Zidane, George Best, Puskas, Dino Zoff, Beckenbauer, Paolo Rossi, Platini, Van Basten y un largo etcétera.

Si en el mundo del balompié es complicado convertirse en leyenda, en la vida nocturna la misión se antoja casi imposible. He aquí los requisitos para ello:

• Los títulos son básicos. El número de victorias tiene que superar, como mínimo, el triple de nuestra edad. No basta con realizar juegos preliminares. Para que el punto suba a nuestro casillero es necesario definir.
• Debemos ser reconocidos a nivel internacional. No es suficiente haber probado el típico mercado norteamericano, tenemos que ir más allá. Lo ideal es impregnar con nuestra esencia los cinco continentes. Cuanto más exótica sea la elegida, mucho mejor. Por ejemplo, elegiremos a una dama iraní antes que a una francesa.
• No debemos conformarnos con conseguir varias victorias por separado en una noche. El objetivo está claro: disfrutar conjuntamente de dos mujeres. Para considerarse leyenda hay que hacerlo al menos una vez en la vida.
• Nunca pecaremos de prepotencia. Las leyendas se forjan, además de con actos, con actitudes. Si de verdad hemos conseguido tener un estatus, no hará falta presumir. Simplemente, ellas lo sabrán.
• Para una estrella no existe el rechazo ni mucho menos la sequía. Si descansamos durante un fin de semana será porque nosotros lo decidimos.
• La diferencia entre ser bueno o ser el mejor se observa, sobre todo, en los grandes partidos. Pelearemos siempre por el mejor objetivo, por muy difícil que éste sea.
• Queda terminantemente prohibido utilizar el dinero para conseguir cualquiera de los requisitos.

Muy pocos han llegado a este nivel. Todos hemos escuchado leyendas urbanas sobre supuestos héroes de la noche, pero no los hemos conocido. Tras un análisis exhaustivo y minucioso por todo el territorio nacional, hemos llegado a la conclusión de que sólo existe una persona que haya cumplido estos requisitos. Sí, estáis en lo cierto: es Bertín Osborne. Él nos guiará hacia la gloria.

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