jueves, 17 de marzo de 2011

Impossible is nothing

11 años. Coloccini, Burgos, Sergi, Luis García, Dani, Fernando Torres, Albertini, Ibagaza, Nikolaidis, Petrov, Maxi Rodríguez, Kun Agüero, Forlán, Jurado, Simao, Luccin, Musampa, Leo Franco, Pablo Ibáñez, Kezman… Ninguno de ellos ha conseguido vencer al Real Madrid con la elástica rojiblanca. A pocas horas del cuarto derbi de la temporada, las sensaciones en la parroquia colchonera son, si cabe, más pesimistas de lo habitual. Los antecedentes más recientes no son positivos y la diferencia entre las dos plantillas es palpable.

Todos nos hemos sentido así con alguna mujer. Sin saber cómo ni por qué, idealizamos a alguien que quizás ni siquiera conocemos. Nuestra mente ha creado a una diva inaccesible de la nada. Ella puede ser la chica en prácticas de la farmacia de la esquina, nuestra vecina, la hermana pequeña de uno de nuestros mejores amigos, la camarera del garito en el que tanto nos cuesta pedir una copa o la típica compañera de trabajo/clase ennoviada desde los 15 años.

Nadie entiende lo que nos pasa. Cuando tenemos que saludarla comienzan a sudarnos las manos y las palabras tardan en salir de nuestra boca. Si la conversación se alarga un poco más, nos bloqueamos completamente y soltamos una lista interminable de incoherencias. Después, cuando ya se ha ido, bajamos la cabeza y pensamos: “¡Joder, otra vez la misma historia!”. Aunque quizás sí que hemos llegado a tener un cierto flirteo con ella en alguna ocasión, la cosa nunca ha pasado a mayores.

El problema, compañeros, es psicológico. Hemos levantado un muro delante de un tesoro que seguramente no sea tal. Debemos quitarnos los complejos, dejar la presión atrás, confiar en nuestro juego. De esta manera, comprobaremos que no tenemos nada que envidiarla, que sólo es una chica del montón con más carne que hueso. Así que no podemos dejar que se crezca más: ahora los inaccesibles seremos nosotros (aviso: esta estrategia puede salirnos mal si la tía está cañón).

Lo que está claro es que nuestra mentalidad ha de ser otra: el victimismo y la rendición no son palabras que deban estar en nuestro diccionario. Y eso lo sabe cada vez mejor la afición del Atlético de Madrid. La mayoría de sus seguidores no lo muestran abiertamente, pero en el fondo mantienen la esperanza de romper la estadística de una maldita vez. Justamente ésa es la actitud que tendremos la próxima vez que veamos a nuestro rival más duro: “Sí, ellos tienen a Cristiano, a Mourinho, nueve Copas de Europa y todo lo que queráis, pero nosotros somos el Atleti”. Pues eso.

7 comentarios:

  1. Me ha encantado!!! Sólo una pequeña apreciación... a nosotras también nos pasa

    ResponderEliminar
  2. Algún día a las/los demás les pasará con nosotros...

    ResponderEliminar
  3. Quién sabe a lo mejor les ha pasado...

    ResponderEliminar
  4. Nada es imposible, confío ciegamente en el Atleti. No hay chicas inaccesibles, si no tíos inexpertos.
    Basta de complejos, joder.
    Un beso desmond.

    ResponderEliminar
  5. Qué gran verdad Maribel, cómo se nota que estás acostumbrada a ser diva inaccesible...

    ResponderEliminar
  6. jajajajaj! veo que las horas de gesfor han hecho que me conozcas bastante bien!

    ResponderEliminar