jueves, 29 de marzo de 2012

¡Nosotros también fingimos!

Hace un tiempo, encontré el enésimo artículo en la red que hablaba de los gemidos femeninos: de las tretas, estrategias y triquiñuelas que ellas siguen utilizando para hacernos llegar antes al clímax y, de paso, hacernos creer también que somos una especie de súper hombres. Tampoco nos vayamos a rasgar las vestiduras. Que ellas fingen en la cama es tan viejo como el ‘Villarato’ (el gran Relaño ha acuñado un término que quedará grabado para la posteridad). Además, siempre he desconfiado de las que se autodenominan ‘multiorgásmicas’. ¿No os parece raro que con un simple roce de vuestro dedo ya se estén retorciendo como unas lobas desbocadas? A mí sí.


Pero lo que quería dejar claro en esta ocasión a nuestras amigas es que… ohhh!!! Sorpresa!!! Nosotros también fingimos. Dependiendo de la situación y de las circunstancias, a veces nos vemos obligados a sacar a relucir nuestras dudosas dotes como actores. Ahí van unas cuantas directrices:

Preservativo: Desde luego, este punto es fundamental. Si no utilizamos profiláctico (algo nada aconsejable en nuestros días), será muy, muy difícil que podamos disimular. Nuestro líquido nos delata y ellas -a no ser que sean vírgenes sacadas de un convento- lo notan.

El medio orgasmo: Esto tampoco es, al cien por cien, una táctica de engaño. Ocurre cuando tratamos con todas nuestras fuerzas de no llegar al momento álgido e intentamos parar en seco. Nuestro cuerpo se paraliza, pero los estímulos de ahí abajo no. Con lo cual tenemos un orgasmo a medias, con fluidos a medias y con la sensación de placer a medias. Nos puede venir bien para afrontar con fuerzas el resto del coito, ya que normalmente el verdadero orgasmo está por llegar.

Prolongar el coito: Bien, aquí sí que comienzan nuestras estrategias de engaño. Con el preservativo puesto, nos hemos dado cuenta de que hemos llegado a la estación de destino demasiado rápido. Ella sigue a lo suyo, con lo cual nosotros, mientras la erección nos lo permita, continuaremos moviéndonos y realizando extrañas muecas de placer. Lo mejor aquí, para evitar que nos pillen, es rehuir su mirada. Cuando tengamos claro que ella va a llegar, únicamente deberemos emitir gemiditos y sonidos guturales, lo más creíbles posibles. “Ufffff”, “Me voy, me voy, me voy”…


Acabar el coito: Aunque no lo creáis chicas, a nosotros también se nos hacen largos determinados polvos. Por las razones que sea, sabemos que por mucho que sigamos bombeando el orgasmo no va a llegar y pasado un período de tiempo, es necesario, por nuestra salud física y mental, que la historia acabe. Esta técnica tiene muchas similitudes con la anterior, pero si cabe, hay que ponerle un poco más de ímpetu: “Joder, joder…ya”, “No pares, no pares, uffff”. Muy importante: quitad el condón con prontitud, que no se den cuenta de que allí dentro no hay absolutamente nada de nada.

P.D: Ya se ha terminado la ida de los cuartos de final de la Champions. De las cuatro eliminatorias, sólo una queda verdaderamente abierta para la vuelta (Milán-Barça). La máxima competición continental, ya veo…

martes, 27 de marzo de 2012

La Ley del Silencio (Relaciones vía Whatsapp)

Lo de la ‘Ley del Silencio’ en el Real Madrid es de traca. Como ya expuse en mi anterior post, tengo la certeza de que el conjunto blanco se dejó algo más que dos puntos en El Madrigal. Pero es que la particular ‘Omertá blanca’ ha sido surrealista. Para empezar, José Mourinho, en la primera oportunidad que ha tenido (en la previa del partido ante el Apoel), se ha desmarcado completamente de esta peculiar iniciativa. Es curioso, pero es la primera vez que el técnico luso echa balones fuera, o mejor dicho, los lanza hacia arriba. Tremendamente cómica, por otra parte, ha resultado la imagen de Sami Khedira, nervioso como un adolescente imberbe, preguntándole a su padre qué respondía a una cuestión muy simple: si iban a hablar tras el partido ante el Apoel. Esto, unido a ciertas contradicciones del siempre coherente y prudente Emilio Butragueño, hace pensar que algo no va del todo bien en el equipo blanco. Parece que adoptan, en ciertos momentos, esa conducta autodestructiva tan propia de otros clubes que no están muy lejos del de Concha Espina en cuanto a ubicación se refiere.


Bueno, lo cierto es que finalmente sí que hablaron después del encuentro ante el equipo chipriota. Veremos cuánto aguantan respondiendo preguntas en la ‘Casa Blanca’. Esto me ha traído a la cabeza algo que está muy, muy de moda en los últimos tiempos. Ya no se estila hablar por teléfono. No, tampoco quedar en un bar para tomar algo. ¿Para qué? Tenemos…whatsapp!!!! No es necesario verse, ni hablar, ni nada…el chat es ahora nuestra forma de vida. ¿Que queremos saber qué tal está nuestra dama? Pues nada, mensajito al canto. ¿Que estamos enfadados y queremos comprobar que ella está interesada de verdad? Pues nos tiramos un día entero sin escribirla (¡qué malos somos!).

Las relaciones virtuales tuvieron su auge durante los primeros años de Internet. Cuando éramos más jovencitos y todavía íbamos al ‘cole’, por la tarde chateábamos con chicas (quizás no lo eran) y decíamos que teníamos una cibernovia. Ahora todo esto ha sido sustituido por el whatsapp. Podemos saber si ha salido la noche anterior, si está en línea y no nos contesta (víbora), y hasta nos puede enviar fotitos y canciones. Y todo esto sin la incomodidad que suelen traernos las relaciones convencionales. Eso sí, nos veremos privados del aspecto carnal, lo que tampoco es tan importante al fin y al cabo, no? Nos dedicamos una buena sesión de onanismo con unas fotitos y algunas guarradas que nos escriba y ya está. Sencillísimo!!!


Admiro profundamente a todos aquellos valientes que aún no han caído en los móviles de última generación: continúan llamando, escribiendo los viejos sms y sobre todo…quedando. Los demás tenemos la agenda repleta (o no), de mujeres virtuales, que únicamente hemos visto una vez a lo sumo y que probablemente nunca más volveremos a ver. Añoro los tiempos de los ‘cibernovios’. Al menos en esa época creía en el amor virtual… Si es que en el fondo vais a tener razón y voy a ser un romántico…

P.D: Gran asistencia de Torres en la victoria del Chelsea ante el Benfica. Vamos por el buen camino…

jueves, 22 de marzo de 2012

Prefiero no hablar

Es curioso, pero mis dos últimas entradas tituladas “Prefiero no…” tienen un mismo protagonista: el Real Madrid. ¿Casualidad? ¿Serendipia? Quién sabe. Si hace unas semanas analizaba la negativa del conjunto blanco a que se disputase la final de la Copa del Rey en su estadio, ahora es obligado hablar del ‘escándalo del Madrigal’. Y no, no me refiero a la actuación arbitral, que perjudicó tanto a unos como a otros. A la mayoría de la prensa se le olvidan los dos penaltis clarísimos en el área del equipo merengue. Sí, es cierto que el colegiado hizo un partido pésimo: la jugada de Pepe no hay por donde cogerla y no es lógico que expulse a medio banquillo del Madrid por –según el acta- aplaudir. Pero tampoco es positivo tener una venda eternamente ligada a los ojos para lo que interesa. La segunda amarilla de Sergio Ramos bien pudo ser roja directa: los de Mourinho volvieron a mostrar su cara más agresiva, más violenta, más desmesurada. No sé, aún mantienen un crédito de seis puntos sobre el Barça. ¿Qué pasará si los culés se ponen a tres? Qué tiemblen los delanteros…


Pero el verdadero escándalo está en lo que ocurrió tras el partido. Y es que no ocurrió nada. Nadie de la entidad blanca se dignó a hablar. Ni tan siquiera el bueno de Aitor Karanka. Debe tratarse de un caso sin precedente y si hay alguno, imagino que será del propio Real Madrid. Es el único equipo en el mundo que se puede permitir ese tipo de lujos. ¿Y los aficionados? ¿Y la prensa? Ah no, hay que justificarlo, es que estaban muy calientes y podían decir cosas fuera de contexto. Si hubiese dado igual que salieran, ya Cristiano y Pepe se encargaron de volver a traer a la mente esa imagen de marrullería tan impropia del Real Madrid históricamente y tan propia del Real Madrid desde la llegada de Mou. Lo dicho, a ver qué ocurre si el Barça sigue recortando.

En las discusiones acaloradas de pareja la situación puede ser, hasta cierto punto, similar. En un arrebato de celos, de reproches varios, de exigencias tal vez, se pueden decir palabras muy duras. Por ello, hay veces en las que lo mejor es que cada uno se retire a su dormitorio. Calmar los ánimos para no herir más sensibilidades. Pero tampoco nos engañemos: ellas suelen ser amantes de la caña. Quieren decir la última palabra, sienten la imperiosa necesidad de solucionar todo en el momento o, al menos, quedar por encima.

Cuando el pollo es público, la historia es más seria. Montar un numerito callejero (sobre todo ocurre en la noche) es muy, muy desagradable. Quién no ha sentido alguna vez un cierto alivio cuando ve una pareja gritándose de todo por la calle. La reflexión es la siguiente: “Vale, yo no la meteré en caliente cada día, pero casi compensa”.


El dramatismo casi mejor que lo dejamos para las pelis de Antena 3 de sobremesa. Eso sí, los que cobran millonadas y se dedican al fútbol profesionalmente deberían hablar. Aunque sea para decir sandeces, pero deberían hablar.

martes, 20 de marzo de 2012

El extraño caso de Nuri Sahin (Manías)

24 minutos en Liga. 180 minutos en Champions. Es el triste bagaje del nombrado mejor jugador de la Bundesliga la temporada pasada. Algo pasa con Nuri Sahin. Lo del turco no es normal, más aún teniendo en cuenta de que su fichaje contó con el beneplácito (siempre necesario) de José Mourinho. Pero la historia va más allá: resulta paradójico cómo el portugués se harta de defender a su pupilo con palabras que no son refrendadas con hechos. El futbolista, según dicen, está completamente hundido anímicamente. Ni en sus peores pesadillas imaginó que su paso por el Bernabéu llegase a ser tan gris. La excusa de la baja forma física del otomano parece estar ya caducada. El centrocampista cuenta con más de 70 entrenamientos al mismo ritmo que sus compañeros.


Ahora parece, según anunciaron en el programa ‘Futboleros’ de ‘Marca Tv’, que el Málaga está interesado en hacerse con sus servicios. De esta manera, el interés del equipo de la Costa del Sol se sumaría al de equipos como el United o el Schalke. Pero, a todo esto, se supone que el entrenador blanco tampoco quiere que se marche de forma definitiva. ¿Será entonces de verdad que Mou le ha cogido manía? Todo resulta muy, muy extraño.

Y es que en ocasiones no hay ninguna razón de peso para rechazar a alguien. Es guapa, nos interesa desde hace tiempo, en la cama se comporta de una manera correcta, no nos da excesivos quebraderos de cabeza, se lleva bien con los nuestros, no es especialmente posesiva, se interesa por nosotros pero… no la aguantamos. De hecho, la aborrecemos.

En la vida hay una norma esencial: cuando cogemos manía a alguien, racional o irracionalmente, ya no hay marcha atrás. Esto pasa en todos los ámbitos (familia, compañeros de trabajo, vecinos, etc), pero muy especialmente con las mujeres. Sí, está claro que nosotros también tenemos nuestros defectos pero existe una serie de factores que nos hacen saltar a la mínima. Puede ser su manera de hablar. Tal vez repudiemos su risa o sus suspiros, o incluso su manera compulsiva de atusarse constantemente el pelo. Quizás ya no soportemos más su absurdo sentido del humor. O su alarmante necesidad de saber de todo. O vaya usted a saber el qué…


El caso es que todos nos mirarán estupefactos, nos reprocharán dejar escapar a tan excelente mujer. “Te vas a arrepentir, no vas a encontrar a nadie como ella” Efectivamente, eso espero…

domingo, 18 de marzo de 2012

Cuándo bajar los brazos (El siempre complicado papel de perseguidor)

Ser perseguidor nunca es fácil. Más que nada porque nunca sabes a ciencia cierta en qué momento has de bajar los brazos. La certeza de llegar a lograr el objetivo no existe. Es más, se vislumbra como algo lejano. ¿Es rendirse lo más inteligente? ¿Es continuar en la terna lo más valiente? Cuestión de perspectivas. Pep Guardiola, por segunda vez en quince días, se volvió a reafirmar en una idea, que por más que sea evidente no termina de colmar las expectativas de muchos culés: el Barcelona no va a ganar la Liga, no es factible, no hay lugar para la más mínima esperanza. Bien, el golpe así puede resultar menos violento. La derrota duele menos cuando se da por hecha. Y en lo deportivo, como ya hiciera el Real Madrid la temporada pasada, también hay que incidir en el factor cordura: tampoco sería descabellado que el Barça se centrase en la Champions y dejase la Liga a un lado. Otra cosa es que su técnico lo diga abiertamente.


Está claro, y ya lo he dicho en varias ocasiones, que esta temporada Europa dictará sentencia en la sempiterna (y algo cansina) batalla Madrid-Barcelona. Sin embargo, a la masa no le satisface en demasía que su líder se dé por vencido. Para algunos, el mensaje debe ser el de los guerreros: pelear hasta la extenuación. Así lo entiende Dani Alves, especialista en agitar al gentío. Si bien es cierto que históricamente el Madrid siempre ha demostrado tener ese ‘ADN’ de sigiloso depredador en busca de su presa y el Barcelona ha dado una imagen más de pasividad cuando vienen mal dadas, es extraño encontrarnos al ‘Pep Team’ en esta tesitura.

Pero la cuestión que nos incumbe es la siguiente: ¿cómo debería comportarse un hombre de bien en una situación así? Yo no tengo todas las respuestas amigos, pero utilicemos el sentido común. Lo más importante es no caer en el ‘babosismo’. Siendo pesados tan sólo acrecentaremos nuestra imagen de perdedores. Dando lástima no llegamos a ninguna parte. La competencia es dura, sí, por lo que estamos obligados a diferenciarnos de algún modo. Y aquí la fórmula es ser fieles a nuestro estilo, sea cual sea.

Para las empresas más inverosímiles podemos utilizar la ‘táctica Pep’. Es sencillo. Damos la lucha por perdida, fingimos que ya no tenemos interés y si cae, eso que nos llevamos. Lo malo es que en FNYT nos apasionan los retos. Tampoco vamos a abandonar a la primera. Al menos, moriremos matando.


Volviendo a la cuestión del estilo, es necesario renunciar a ciertos actos totalmente repudiables. Recordad: factor diferenciador. Nos vamos a caer en el saco de todos los mindundis que acotan en cada foto suya del facebook comentarios tales como: “Cada día estás más guapa, muaaa”. No. Ascazo. Ella sabe que nos gusta, pero de ahí a convertirnos en mancebos de poca monta hay un trecho bastante grande que no vamos a cruzar. Nada de asedios vía whatsapp, nada de forzar encuentros casuales, nada de idealizarlas. Señores, ya estamos en desventaja, no se lo pongamos en bandeja a nuestros rivales, por favor.

Podemos estar a cuatro, a seis, a diez o a doce puntos del líder. No importa. Pero no perdamos nuestra esencia. Si logramos la victoria ya habrá tiempo de ser ‘calzonettis’, pero aún no…

P.D: Doblete de Fernando Torres. Nada más que decir.

jueves, 15 de marzo de 2012

El insoportable juicio del delantero

Después de que finalice la ronda de octavos de la Champions, y a la espera de conocer lo que nos depara el bombo, esta última ronda (al menos en el Real Madrid), ha servido para sacar a flote un debate en el que cada vez más partes parecen interesadas: el duelo entre Karim Benzema y Gonzalo Higuaín. Conocido es por todos que desde hace unas semanas se han intensificado los rumores que colocan al ‘Pipa’ en la órbita de clubes como Juventus o Chelsea y lo que conllevaría su venta: la llegada de uno de los cracks mundiales, tipo Kun Agüero. Así las cosas, da la sospechosa sensación de que hay un sector con un anhelo bastante pronunciado de que cada partido signifique un severo juicio para el argentino y un benévolo veredicto para el galo. Así ocurrió, de forma unánime, tras el partido ante el CSKA.


Pero detengámonos un poco en el análisis de ambos jugadores y no pasemos por alto uno de los factores determinantes en el estudio de cualquier jugador: los números. En el caso de un ariete, los goles. En esta temporada Benzema únicamente supera en una diana al ‘Pipa’: 22-21. Eso sí, el ariete francés ha jugado 254 minutos más, casi tres partidos completos. En cuanto a estadísticas globales, el argentino lleva marcados con la zamarra blanca 98 goles, por 56 del francés. Y eso que ambos, desde el principio, han sido medidos con un rasero bien distinto.

Últimamente he llegado a escuchar que Higuaín siempre ha tenido, por lo menos, el apoyo de la afición. No he visto una aseveración tan falsa en mucho tiempo. El argentino, además de las mofas de sus compañeros y de parte del club, también ha tenido que aguantar carros y carretas de la grada. Aún así, se ha callado, ha seguido luchando y ha continuado haciendo goles. Tras un tiempo de inactividad por una inoportuna lesión, da la casualidad de que Benzema empieza a volver por sus fueros. Sí, es indudable que el ex del Lyon es un muy buen futbolista y que ha recuperado varias cosas: movilidad, desmarque, remate, etc. Pero, en mi opinión, esto no es suficiente para que la comparación con Higuaín esté tan descompensada.


La realidad es clara: a algunos les basta con poco y otros tienen que demostrar un mundo cada vez que llega un partido. Hay tíos que con una sonrisa de bobo, un guiño y una frase totalmente ridícula, ya se han llevado la chica. Otros, en cambio, deben hacer acopio de todas sus actitudes para plantar cara. Están acostumbrados a trabajar bajo presión, lo dan todo cada noche.

A mí me parece mucho más meritorio esto segundo y celebraré con más ímpetu los goles de delanteros como el ‘Pipa’ o Fernando Torres. Han sabido fajarse y soportar cargar descomunales de responsabilidad desde edades muy tempranas. En mi equipo los prefiero a ellos. Lo fácil, muchas veces, resulta muy, muy aburrido. Lo sencillo, para otros. Aquí nos gustan los retos.

martes, 13 de marzo de 2012

El golpeo del balón (El apasionante mundo del beso)

Semana de Champions. Sigo pensando que el juicio final de la temporada, la valoración global, la dará Europa. Para Barcelona y Real Madrid, todo se dirimirá en la máxima competición continental. Los de Mourinho no tienen pinta de dejar escapar el título de Liga y el Barcelona, parte como favorito en la Copa del Rey. Si fuese el club blaugrana quien lograse el triunfo en Munich, se podría decir que habría salvado el match ball y que permanecería un año más en el cetro mundial. Eso sí, en caso de sea el Real Madrid quien levante la ‘orejuda’ se podrá empezar a hablar con propiedad de cambio de ciclo. En caso de que ninguno de los dos lo consiga, sería una victoria a los puntos de los merengues. Seguiremos atentos.

Lo que está claro es que los que no tienen en mente bajar el pistón son Messi y Cristiano. Siguen marcando, siguen mojando, no conocen límites. Eso sí, cada uno a su estilo. Decía el portugués algo que resulta curioso. Afirma sentirse por primera vez querido en el Santiago Bernabéu. Ignoro si su deseo será el de que los aficionados se arrodillen a su paso o laman el suelo por donde pisa. Las exigencias del luso son demasiado altas en ocasiones. Y eso que cada vez nos sorprende un poco más. Y, aunque parezca imposible, para bien. Ahora, hasta de vez en cuando deja tirar algún libre directo a sus compañeros. Increíble.

Y es que en realidad el portugués no ha tenido demasiada fortuna en esta temporada en un lance del juego que se le presupone como especialidad. En Liga no ha marcado una sola falta en la presente temporada; en la Champions tan sólo una ante el Lyon y con su selección, otra en la repesca ante Bosnia. Pero no podemos negar que su estilo sigue creando temor entre los guardametas rivales. En sus lanzamientos suele primar la potencia, pero sí va entre los tres palos siempre crea problemas al portero por el efecto del esférico. Messi es diferente, su golpeo es simplemente espectacular. Baste con recordar el tanto que le endosó al Atlético en el Calderón.


Pero no son los únicos. Futbolistas como Xavi o Andrea Pirlo poseen un golpeo exquisito. Roberto Carlos, en su tiempo, también apostaba más por la potencia y el efecto. Son maneras diferentes pero igual de efectivas y me atrevería decir que espectaculares. Aunque quiero recordar una cosa: por muy bien que esté lanzada una falta si entra por el palo del portero es fallo suyo. Esto es impepinable.

Y teniendo como base las diferentes formas de enfrentarse a un lanzamiento directo, podemos hacer un breve análisis del mundo de los ósculos. Esto es algo que para muchos/as es secundario, pero en mi opinión nada más lejos de la realidad. El morbo empieza por la boca:

Apertura: Hay que buscar un equilibrio. Los piquitos están muy bien, pero para algunas ocasiones terminan siendo poco efectivos y aburridos. Tampoco caigamos en abrir la boca como un buzón: es excesivo, forzado, innecesario.

Lengua: Elemento muy, muy importante. Yo siempre me quedo con lo insinuante, al menos al principio. Roces suaves, lentos, sensuales. Por favor, cuidado con golpearnos contra sus dientes. Es lamentable.


Lado: Para muchos quizás no, pero para mí sí que es relevante. Como les pasa a la mayoría de los porteros, algunos solemos tener un ‘lado bueno’. Al principio, para asegurarnos lo mejor es que únicamente besemos por nuestro perfil predilecto. Después, si hemos entrenado lo suficiente no tendrán por qué notar cuál es nuestro peor lado. Cuestión de práctica.

Las manos: Si queremos que los besos nos lleven a algo más, no podemos olvidarnos de las manos. Podemos elegir, en un principio, por acariciar su pelo. Esto hará que se vaya soltando y nosotros podamos bajar poco a poco.

P.D: Llegamos a la entrada número 100, con las mismas ganas que el primer día, sin duda…

viernes, 9 de marzo de 2012

Señales e interpretaciones II (Primera Cita)

Hace algún tiempo, exponía algunas pinceladas sobre uno de los temas más amplios en lo que a conquista de mujeres se refiere: las señales y las diferentes interpretaciones (erróneas o no) que nosotros captamos. Hoy me gustaría focalizar mi atención en la primera cita, evento fundamental que debemos controlar al dedillo. Si en una noche cualquiera nos dan calabazas, aun siendo repetidas, el bullicio nos servirá para refugiarnos de la humillación. Pero un bis a bis es diferente. Aquí cualquier paso en falso se paga realmente caro.

En primer lugar debemos tener en cuenta cuán poderoso es el rival al que nos enfrentamos: no es lo mismo un cranquete de una noche que nuestro amor platónico de la oficina, por poner un ejemplo. Obviaremos el primer supuesto, ya que lo que habéis aprendido hasta ahora os debería ser más que suficiente para poder lidiar con un equipucho de medio pelo. Vamos a temas más interesantes.

Cuando quedamos con una chica de nuestro entorno (directo o indirecto), las cuestiones que nos asaltan son múltiples, pero a la vez se terminan resumiendo en dos preguntas básicas: “¿Ella ya sabrá que me atrae?” Sin lugar a dudas, sí. No son gilipollas, por más que nos empeñemos en creerlo. Y la segunda y más importante: “¿Le gusto?” Eso, y sólo eso, es lo que hay que tratar de averiguar.

Bueno, partimos de la base de que si ha quedado con nosotros (a solas) es que, cuando menos, algo de curiosidad tiene. O eso, o demasiado tiempo libre, cosa que en estos tiempos es más que posible. Sea cual fuere la coyuntura, siempre partimos con un mínimo de posibilidades. Un par de horas o tres pueden servirnos para escalar posiciones o para decir adiós.


En primer lugar, en la presentación, dos castos besos en la mejilla (ni se os ocurra buscar la boca). Después, vamos a beber con calma y observar dos factores: dónde se coloca ella y de qué habla. Si no le importa sentarse cerca nuestro, es una buena señal. En cuanto a su conversación, es casi seguro que saldrá el nombre de varios tíos a la palestra. Bueno, sobra decir que si os menciona al novio estáis literalmente fuera (qué zorras). Pero si no lo hace, deberemos estudiar con minuciosidad sus palabras. Nos puede hablar de experiencias pasadas o de acosadores presentes y su alocución puede encerrar varios mensajes para nosotros: “No quiero nada con tíos”, “No me gusta que me agobien”, “No me molas” y un largo etcétera. Lo mejor, de todas formas, es no darle muchas vueltas e intentar reconducir la conversación a otro ámbito donde nos sintamos más cómodos.

Bien, llegados a este punto lo habitual es que no haya señal alguna de un interés patente por su parte, así que tendremos que fiarnos de nuestro instinto (mal consejero, por otra parte). Nos acercamos al final de la velada, y si hemos conseguido que no haya excesivos silencios incómodos, aún nos quedan dos balas importantes. Primero, postergar el final de la cita. Siempre es obligado que pidamos una última. Si ella rechaza, bye bye. Si no, seguimos vivos.

Por último, nos queda el momento, sin duda, más crucial de toda la noche: LA DESPEDIDA. Si poseemos vehículo propio, nos ofreceremos como gentiles chóferes. Si ella sigue accediendo, casi hemos llegado a la última pantalla pero por favor, no cantemos victoria aún.


Hemos llegado al portal de su casa (o a donde ella nos diga que la dejemos). Momento cumbre. Tensión máxima. ¿Dos besos? ¿Me lanzo y me arriesgo a llevarme una cobra en primer plano y con un silencio de los que hacen época? Esta decisión es muy complicada, amigos, y vuestro futuro, en gran parte, depende de ella. Pero pongamos que no hemos tirado a puerta, nos vale con el empate. Ok. Dos besos. Aún queda la frase de despedida. “Eh… ¿Nos veremos pronto?” Su respuesta, en este punto, nos dirá si finalmente hemos empatado o hemos recibido un gol en el descuento. Sólo os pondré una de las peores opciones: “Ya te aviso yo, si eso..." Lo siento, no habrá segunda cita, cést la vie.

Si deja la puerta entreabierta y logramos un segundo encuentro, concienciémonos: habrá que entrar, o de lo contrario entraremos en el farragoso terreno de la amistad y del “Es que me parece raro que nos liemos”. Pero ésa ya es otra historia.


Sin duda, documento gráfico espectacular...

miércoles, 7 de marzo de 2012

Cuando se cae la careta

Al más puro estilo Ricky Martin. Así fue la comparecencia ante los medios de Pep Guardiola previa al encuentro de vuelta de los octavos de Champions. Un pasito para adelante y otro para atrás. Aunque en estos momentos, inevitablemente, son mucho más potentes los pasos dados al firme y menos creíbles los que tienen como objetivo retroceder. Y es que en el Barcelona se ha abierto la veda. Y el sendero de los culés es bastante peligroso. Sobre todo porque llevan sin recorrerlo años, concretamente desde la llegada de Pep al banquillo.


Algunos lo tomarán como una muestra de lealtad al club, a la institución. Es una posibilidad. Pero otros, con razón, se sienten un tanto defraudados. Guardiola era el último mártir del fútbol, el último hombre honrado, el último coherente en este circo. Sin duda, Guardiola encarnaba el cambio de ciclo. Aun con lunares como la archiconocida rueda de prensa bautizada como “El puto Amo”, el Pep siempre ha sabido mantener en liza los valores por los que apostaba el nuevo Barcelona. Esos mismos valores que siempre han sido mostrados desde la ciudad condal con un cierto aire de superioridad, reflejando que el Barça estaba en otro escalón. Los niveles ahora han variado y en Madrid disfrutan con ello. “Ya te lo dije”, piensan. Que la careta se haya caído del todo o no, tan sólo el tiempo lo dirá. Quizás no existía tal disfraz o tal vez la capacidad camaleónica del barcelonismo ya no confunde a nadie. Juzguen ustedes mismos.

Este tema, en los tiempos que corren, me viene que ni pintado para hilarlo con el mundo de las relaciones. Si muchas otras misivas iban claramente dirigidas al público masculino, en esta ocasión es diferente. Quiero que las mujeres sepan destapar a los farsantes. Que al menos sepan cuáles son las verdaderas intenciones de aquellos que se hacen llamar “hombres modernos”, “conocedores de las mujeres” o cualquier otro nombre absurdo. Estas son algunas de sus características principales:

• Únicamente quieren amistad. Sobre todas las cosas, lo más importante para ellos es vuestra forma de ser. No les importa el sexo, no son celosos y (dicen que) tienen mucha, mucha experiencia en el mundo de las relaciones. Poseen consejo para todo.
• Controlan todos los temas universales, especialmente los culturales. No les gusta hablar de política (porque no tienen ni zorra) y suelen tocar algún instrumento musical. En ocasiones se llevan la guitarrita a las primeras citas. Que digo yo, que si son músicos, escritores o artistas tan venerados podrían llevar algún ejemplo de su obra y dejar de montar el numerito. Pero no, no lo hacen porque son unos incomprendidos.
• En cuanto al aspecto físico, es habitual verlos ataviados con pañuelos, perillas bien recortadas y ropajes muy alternativos que les han costado un pastón en el “mercado de Fuencarral”. Algunos llevan rastas y otros ya van con el perro directamente.
• Odian todo lo comercial: cualquier película, disco o libro que tenga una aceptación mínima entre el público, es rechazado sistemáticamente por ellos. “Vamos a ver una obra de teatro en una casa ocupada realizada por deficientes mentales”. Planazo.


Lo peor de todo es que muchas de vosotras los caláis a la legua y aún así, entráis al trapo de lleno. Ya lo dice el siempre sabio refranero español: “no hay mayor ciego que el que no quiere ver”.

lunes, 5 de marzo de 2012

Una cuestión de orgullo

Si en Barcelona hay quienes siguen creyendo en el milagro de la remontada, en La Romareda se siguen aferrando con fuerza a La Pilarica y vuelven a soñar con la permanencia, situada a nueve puntos. Pocos esperaban que los de Jiménez, convertido en improvisado líder de un grupo de vagos insurrectos, consiguieran la victoria ante el Villarreal. Por momentos, resultó totalmente conmovedor observar cómo se fajaban los maños para conseguir un triunfo que celebraron como si se tratase de un título. Y en parte lo fue: los futbolistas del Zaragoza volvieron a recuperar el orgullo, la fe, la fuerza.


Luis García reflejaba perfectamente la situación que se está viviendo en el conjunto blanquillo. El ariete, flamante fichaje de esta temporada y que en tantas ocasiones pasadas había tirado del carro del Espanyol, llevaba sin anotar desde octubre. Ahí es nada. El supuesto jugador estrella del equipo estaba siendo, casi hasta el encuentro ante el Villarreal, improductivo. Como casi todos sus compañeros, sumidos en la desidia y en el hastío de quien ya se sabe derrotado de antemano. Pero quizás las cosas cambien. La permuta, en todo caso, debería ser profunda y lo suyo sería estirpar el mal desde dentro, pero Manolo Jiménez al menos ha avivado la llama del coraje. Los jugadores no quieren verse humillados más.

Y desde FNYT, me gustaría (si me lo permitís), aprovechar mi altavoz para hacer las veces de Jiménez, para apelar a vuestro espíritu de guerreros, de hombres. No podéis dejar que ninguna mujer os ninguneé. Posiblemente hayáis caído alguna vez, incluso probablemente en los últimos tiempos, en arrastraros de cualquier forma para conseguir la atención de una determinada fémina. Las maneras de dejarnos pisotear son múltiples: acosarla telefónicamente, mantenerla económicamente, aguantar que nos psicoanalice asintiendo a cualquier juicio precipitado que haga, soportar improperios, etc.


Todo esto duele mucho más, por supuesto, si proviene de una ‘diva de palo’. La noche y la afluencia masiva de hombres dota de un poder insospechado a mujeres obesas, incultas y que en la mayoría de casos, no pueden mantener una conversación fluida. No os dejéis amedrentar. No son mejores que vosotros. Decidles que se miren al espejo, que traten de alfabetizarse, que el jabón y el desodorante no son enemigos. No perdáis vuestra dignidad por un mísero polvo porque mientras sigan recibiendo la atención del público masculino, seguirán creyéndose por encima del bien y del mal.

Desde ahora, la sequía no debe hacer que vuestros ojos y vuestra mente se nublen. No, hemos de decir basta. Podrá parecer que ya hemos descendido, pero aún tenemos mucho que decir. Frustrados pero armados.