lunes, 16 de mayo de 2011

Señales e interpretaciones (I)

Entramos en la recta final y definitiva de la temporada y aún hay cosas en juego. Pocas, pero haberlas haylas. Toda vez que el Barcelona se ha proclamado campeón de Liga y que por arriba está todo ya finiquitado (Valencia y Villarreal a Champions, Athletic, Sevilla y Atlético a Europa League), la emoción está en evitar el descenso. Hasta seis equipos podrían viajar al Infierno, aunque Zaragoza, Deportivo y Getafe son los que están en una situación más delicada. Ahora más que nunca, cualquier error se paga muy caro.


Se acerca el verano y las victorias cobran cada vez más relevancia. Por eso es muy importante saber captar las señales del sexo contrario y no realizar interpretaciones equivocadas. En la primera entrega nos centraremos, como no podía ser de otra manera, en el mundo nocturno, tanto si ella es una desconocida como si ella está en nuestro grupo. Vamos allá:

La mirada: Un clásico en la noche. Debemos ser muy prudentes. Si ella es una desconocida y nos sigue el juego, tenemos que tener claro de qué forma estamos mirando. Si lo hacemos fijamente durante mucho tiempo con gesto de maniaco sexual, es probable que su mirada refleje miedo o asco y no sea una sugerencia para que nos acerquemos. Si ella sigue mirándonos mientras tontea con otros, entonces hay dos opciones: que quiera jugar de verdad o que sólo quiera calentar.

El tiempo: En el caso de que una fémina se haya incorporado ocasionalmente a nuestro grupo, nos fijaremos en cómo mide los tiempos. Si estamos únicamente tomando cervezas, podemos dar el paso de pedir una copa. Si nos sigue es buena señal, nunca definitiva pero sí buena. Lo mismo ocurre en el garito: si los demás van partiendo paulatinamente y ella insiste en quedarse, la victoria puede estar cerca. Eso sí, hay que tener un poco de ojo. Si se está magreando con el de al lado, obviamente nosotros no somos el motivo de su prolongada estancia allí.

Conversaciones en privado: La Ley Antitabaco no es tan terrible en algunos aspectos. Sí, es cierto que los locales apestan a sudor pero también nos han abierto nuevas puertas. Si ella está en nuestro grupo, quizás nos avise para cada vez que salga a fumar para que la acompañemos. Si somos el único que fuma en ese grupo, entonces no podemos venirnos arriba. También puede ocurrir que si es desconocida, nos mire cada vez que salga a fumar. Lo mejor es que vayamos, una conversación en la calle puede aclarar las cosas.

Contacto físico: Este es uno de los puntos más complicados. Nuestra mente va muy deprisa y podemos pensar que por el mero hecho de rozarnos con ella nos la vamos a tirar. Hay que observar si el sitio está muy lleno, si ella se ha percatado de nuestra presencia y si de verdad está buscándonos. Si está con nosotros en el grupo, la situación sigue siendo confusa. Que nos saque a bailar puede parecer positivo en un primer momento, pero siempre dependiendo de nuestra pericia en la pista.

4 comentarios:

  1. El lenguaje no corporal femenino es algo que NUNCA llegaréis a entender. El rozamiento no garantiza el polvo, tienes razón! :)
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Señales e interpretaciones? Las cosas claras y el chocolate espeso!!!!

    ResponderEliminar
  3. Sí, también está la opción de preguntar directamente si es posible echar un polvo esa noche, pero es una técnica que pierde mucho encanto...

    ResponderEliminar