jueves, 28 de junio de 2012

Princesas de barrio

Si Pirlo introdujo en mi mente la posibilidad de que las princesas existen -escondidas en algún recóndito lugar-, Sergio Ramos me dio ayer la irrefutable prueba de que están más cerca de lo que pensaba. Vale, es otra modalidad de princesa, pero válida al fin y al cabo. Es similar a cuando Fabio Cannavaro ganó el Balón de Oro. ¿Y por qué no?



El zaguero -ya nadie recuerda su anterior demarcación- del Real Madrid decidió emular al gran Andrea. Lo hizo, eso sí, a su manera. Ramos había sido motivo de burla, mofa, chascarrillos en las redes sociales e interminables tertulias de taberneros beodos desde que lanzó un penalti a las nubes. El de Camas ya tenía pensado cómo tirar desde los once metros. Quería sacarse la espina a lo grande. Mientras, Cesc ya había decidido que sería el último en tirar, más que nada para retrotraerse al comienzo de todo, cuando no había ‘delanteros mentirosos’ ni nada parecido. En realidad, todos querían llegar a los penaltis. Vamos así de sobrados.

Las princesas de barrio (gran programa de ‘La Sexta’, por cierto), están hechas de otra pasta. No esperemos una feminidad excesivamente marcada ni a una muñeca frágil a la que proteger. Ellas son duras, tienen mucha calle a sus espaldas y no son fáciles de engañar. Son diferentes, eso es innegable: mantienen su esencia, son auténticas.

Como en todos los casos, también se les puede achacar ciertas cosas: no gustan mucho de los mimos y mantienen su coraza hasta en los momentos más delicados. “¿Qué te han echado del trabajo? Pues muy bien, ya te saldrá otra cosa, ahora ven a la cama” Qué monas. Normalmente, han tenido una gran ristra de relaciones tormentosas con lo mejor de cada familia: drogadictos, presidiarios, porteros de discoteca y hombres de esa calaña. Aquí las peleas con los ex pueden ser un poco más peligrosas que de costumbre.



Pero son muy leales, más que las mujeres estándar. Y si te ponen los cuernos te lo van a decir, así que tranquilo en ese sentido. “Es que estaba cachonda y borracha, pero sólo fue sexo”.No tienen reparos en soltártelo así. Eso sí, con ellas no hay que mantener ningún tipo de apariencia: son naturales: eructa, grita y no te preocupes por tu vocabulario. Además, en la cama suelen gozar de un nivel muy alto.

Vamos, que tampoco están tan mal. Pero entre unas y otras…. No os voy a engañar, yo me sigo quedando con Pirlo.

4 comentarios:

  1. Maribel de toda la vida!3 de julio de 2012, 14:11

    No, creo que tampoco me identifico con las chungas esas...

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  2. No te preocupes, ya escribiré uno para ti... Por cierto, vas desfasada, hay varias entradas más, vamos!!!!

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  3. Maribel de toda la vida!4 de julio de 2012, 12:11

    Yo a mi ritmo, ya sabes! Que no comente no significa que no lea tu blog de vez en cuando!

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  4. De vez en cuando? Cómo hemos cambiado...

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