sábado, 9 de junio de 2012

Fichajes II (¿En qué nos fijamos después?)

Ya comenzó la Euro, aunque con una jornada algo ‘light’, de un grupo que como mucho va a aportar a un semifinalista. Rusia, selección anárquica e imprevisible donde las haya, puede dar algún que otro susto. De momento, tengo poco más que añadir. Me extenderé más sobre el tema después del debut de los nuestros. No voy a hacer pronósticos, pero insisto: Italia me parece mucho más peligrosa de lo que aparenta. Le falta, eso sí, pulir dos aspectos muy importantes e intrínsecos en su manera histórica de entender este juego: contundencia defensiva y letalidad arriba.



Pero vamos al tema que ocupará -tras el 1 de julio con mayor intensidad- toda la atención mediática. Los fichajes. Hace más o menos un año escribí un post que tuvo cierta repercusión. Versaba sobre los aspectos físicos que a primera vista más nos impresionan en una mujer. Bien, vamos un paso más allá: en qué nos fijamos después, cuando ya nos hemos liado y cuando se vislumbra (allá a lo lejos), un posible comienzo de relación.

Química: Sonará a tópico, pero es verdad. O se tiene o no se tiene. La electricidad cuando ambas bocas se rozan, la tensión sexual que existe desde el comienzo, el nerviosismo que produce mirarla a los ojos. No es sencillo encontrar esto y si no surge, no tiene por qué ser culpa de uno de los dos. Obviamente, esto puede mejorar día a día, los cuerpos se complementan mejor cuanto más se conocen. También existen contradicciones: a veces tanta tensión desemboca en un chasco y en ocasiones, la pasión surge de forma inesperada. Hay que probar.



Complicidad: “Cuestión de feeling”, que diría el bueno de Guardiola. Esto hay que trabajarlo, pero también hay una parte que tiene que aparecer desde el comienzo: el humor, la similitud de inquietudes culturales, la ausencia de silencios incómodos (el silencio de por sí no es malo, de hecho cuando es cómodo se puede decir que existe una gran confianza), la comprensión mutua y, ante todo, la capacidad de mostrarnos como realmente somos: ser uno mismo con una mujer no tiene precio.

Coyuntura: “Ojalá nos hubiéramos conocida en otra etapa de nuestra vida” Pues nos hemos conocida en ésta, guapa, así que a ver qué hacemos. Aquí entran muchas variables en juego: el estado civil de las dos partes, la diferencia de edad, la diferencia de clases sociales (qué peliculero soy) y otras tantas cosas que pueden hacer inviable una relación. O no, esto deben decidirlo ambos miembros, ¿qué compensa más? ¿comodidad o corazón? Es una pregunta de difícil respuesta.

No nos engañemos, es casi imposible encontrar a una fémina que nos dé un sobresaliente en todas estas asignaturas. El caso es que a veces lo malo queda relegado en un segundo plano y lo bueno lo invade todo. No es perfecta, pero a nosotros nos gusta. Creo que lo llaman amor.

4 comentarios:

  1. Reconozco que tengo un lado de romántico empedernido, sí...

    Aquí me emocioné...

    https://www.youtube.com/watch?v=USXKQXSBO0w

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  2. ¿y al final decidisteis algo entre los dos... miembros?

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  3. Sí, que queremos hacer un trío contigo.

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