sábado, 30 de junio de 2012

Descartes

El mercado de fichajes en nuestro país está más atascado que nunca. Todos se dejan el alma por vender, para después -con suerte- poder comprar. Los clubes españoles (y muchos europeos), no están en disposición de rascarse en demasía el bolsillo: “que vengan gratis o cedidos y si fichamos, ya pagaremos algún día”. Tal es la situación que algunos celebran las ventas como verdaderos triunfos. Por ejemplo, el título al que ahora mismo aspira el Real Madrid es vender a un tal Kaká, que por lo visto fue ‘Balón de Oro’ hace mucho, mucho tiempo.



Y es que la gestión de la plantilla es fundamental para el éxito de una institución. Tampoco me las voy a dar de dandi, pero todos (en algún corto período de nuestra vida), nos hemos visto en la tesitura de estar lidiando con varias mujeres a la vez. Es hora de descartar, pero con cabeza, que luego el hambre aprieta y nos vemos abandonados a los avatares del onanismo durante una larga temporada.

Lo ideal sería decirle a la dama en cuestión que niente, que se acabó, que a su casa, que no nos llame más. Pero para qué engañarnos, eso nos cuesta mucho y podría cerrar las puertas de manera definitiva. Después de tantos años estando expuesto a las maldades femeninas, he aprendido un par de cosas de las mujeres. Hay que reconocer que en esto de descartar son las reinas. Pongámoslas en práctica:

• Dar largas es la táctica más clásica. Algunas lo entienden a la primera, otras te bombardean el whatsapp, el facebook y si pueden, hasta el teléfono de tu casa. Que te acosen tiene su punto de gracia, pero sólo al principio. Las hay muuuy pesadas.

• Me encantan las frases lapidarias. Suelo utilizar citas de película. Son verdaderamente eficientes porque ellas no saben qué responder. Ejemplo: “Me has conocido en un momento extraño de mi vida” (El Club de la Lucha) Ellas lo aceptan, incluso te mandan ánimos y fuerza. Es la hostia.



• Cuando una cita va a ser la última, lo sabemos. Vamos al baño después de haber aliviado tensiones y pensamos: “no me vas a volver a ver el pelo, guapa”. Mirad, lo mejor es aparentar normalidad y hacer que todo se acelere. “Sí claro, mañana te llamo pero es que ahora mismo van a llegar mis padres de un viaje, en el fondo soy muy familiar”. Te piras y no vuelves.

• El descarte nocturno es muy jodido. Se produce cuando estás con una mujer para ‘pasar el rato’ y te llama la que de verdad te provoca vuelcos en el corazón (qué mariconadas digo últimamente). Seré sincero: no he encontrado otra salida mejor que salir corriendo. Literal. Y es un subidón de adrenalina.

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