lunes, 28 de marzo de 2011

El fin de una era

Da miedo. Haber estado tanto tiempo en lo más alto de la cima y verte desbancado da mucho miedo. Raúl González Blanco lo ha vivido en sus propias carnes, al ver cómo David Villa, después de mucho misterio, le superaba como máximo goleador de la selección nacional. Como todo gigante que se precie, el para algunos sempiterno 7 del combinado nacional y del madridismo ha conseguido que sus registros hayan quedado grabados en la historia durante varios años. Y lo que es más complicado, lo ha logrado desde la lejanía.

La caída al ostracismo es dura. Haber marcado goles de todos los colores, en todas las posturas, haber perforado muchas y diferentes metas rivales y que todo eso quede sumido en el olvido resulta cruel. Pasar de gurú de la noche a simple observador no es algo sencillo. El cambio se produce paulatinamente, casi sin darnos cuenta. Hace un mes peleábamos cada migaja con la máxima intensidad y ahora nos apartamos de la terna. ¿Qué nos está pasando?

La respuesta es obvia: nos hemos convertido en el cazador cazado. Así como suena. Nos han enganchado. Posiblemente nos hemos confiado en demasía y nos hemos dejado llevar cual principiantes. Lo que empezó siendo un ‘rollete sin importancia’ ha terminado por retirarnos del mercado. Se acabaron las largas noches dedicadas a la búsqueda de hembras, se terminaron los frotes con una desconocida en medio de la pista, quedará atrás la inolvidable sensación de triunfo al salir del garito con la presa más codiciada..

Pero lo peor no es eso. Ni mucho menos. Ahora comienza una etapa realmente dura. Regresan los viejos fantasmas del pasado. Lo que hace un tiempo veíamos desde fuera con alivio por no ser uno de los protagonistas, ahora nos ocurrirá a nosotros. Los buitres de la noche se transformarán en enemigos personales, cada fin de semana volverá a ser un complicado rompecabezas de planes y cada fecha señalada en el calendario un chorreo de dinero. Pero ahí no queda la cosa: llamadas, mensajes, que si estás saliendo demasiado, que si tengo la regla y estoy sensible, que si nunca me escuchas, que si hoy no me apetece y mejor dormimos, etc. Debemos tener cuidado en este punto, ya que podemos estar cerca de convertirnos en ‘calzonawers’, término que desarrollaremos más adelante.

Cuando ‘la Roja’ llegó a Granada para disputar el partido ante la República Checa, centenares de aficionados recibieron a los campeones del Mundo con gritos de “Raúl selección”. Siempre hay un momento para que la masa recuerde a quien fue grande en una época. Cuando nosotros miremos hacia atrás con nostalgia y melancolía, siempre podremos decir a los nuestros (a sabiendas de que quizás sea mentira) que no nos den por muertos. Que tarde o temprano volveremos.

5 comentarios:

  1. Estoy contigo, cuando os ennoviais...os convertís en calzonazos oficiales. ¿por qué será?

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  2. Es muy complicado mantenerse fuerte mentalmente y no caer en el calzonismo

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  3. Discrepo!! Los grandes siempre lo son, siguen batiendo récords... morirán siéndolo y quien no... quizá no fuese un grande!! :)

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  4. No habrá nunca nadie como Raúl y lo dice una Atlética.

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  5. Pero es que el tema central del post no es Raúl...

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