viernes, 1 de abril de 2011

La cita (Primer tiempo)

Después de la última entrada, he sentido la necesidad de bajar el pistón. Hace unas semanas reflexionamos sobre la importancia que tiene la preparación en una cita. En este fin de semana en el que regresa la Liga (como era de prever), muchos de vosotros os enfrentaréis a este tipo de situaciones. ¿Dónde lo habíamos dejado? Ah sí, acababais de entrar en el peor bar de la zona. Prestad mucha atención:

Minutos iniciales: El comienzo es clave en una cita. En los primeros compases del partido resulta necesario mantener la concentración. Hay que evitar los silencios incómodos a toda costa. Por ello, lo más sencillo es recordar la noche en la que os conocisteis: lugar, hora, detalles, la gente que iba con vosotros, etc. Eso os asegura, como mínimo, cinco valiosos minutos de conversación que harán que los nervios se vayan en cierta medida.

La conversación: Tras recordar cada palabra que os dijisteis en el momento de conoceros, es hora de cambiar de tema. Las opciones no son muchas y seguramente terminaréis hablando de vuestras respectivas profesiones. Quizás por ahí tenéis algo en común. En caso contrario, aferraos a cualquier serie de moda, disco o película. Otra opción es tirar de anecdotario personal y llevar la conversación al terreno más cómico. Es muy importante que ella se ría al principio de la cita.

La bebida: Lo normal es una caña para empezar, pero si queréis correr menos riesgos aún pedid una clara con limón. El problema viene cuando ella opta por un refresco sin alcohol o lo que es peor, por un café con leche. En ese momento debéis de tener claro que la cosa no pinta nada bien. En caso contrario, cuando ella pida lo mismo, lo mejor es centrarse en controlar el ritmo. No hay que ir muy deprisa pero tampoco es positivo dormirse. Preguntadle siempre a ella antes de pedir otra ronda y preparad la billetera porque siendo el primer día, os tocará pagar.

Los movimientos: Es un tema bastante complejo en la primera cita. Lo primero que hay que tener en cuenta es qué ha pasado ya entre vosotros: no es lo mismo que sólo hayáis hablado o que ya hayáis practicado el coito, aunque sea en condiciones lamentables. A partir de ahí, las opciones son múltiples: podéis dar el primer paso buscando el contacto físico a las primeras de cambio, esperar una señal de ella o aguardar hasta que cambiéis de lugar. No podéis olvidaros tampoco de otro movimiento esencial: ir al servicio. Lo mejor es esperar hasta el final o de lo contrario correréis el riesgo de romper la conversación y que se produzca un incómodo silencio. Asimismo, podéis aprovechar ese momento para informar a vuestros compañeros sobre vuestros avances.

Si todo ha ido bien, lo más normal es que cambiéis de rumbo y os dirijáis hacia otro lugar más tranquilo para tomar una copa: un local o vuestra casa. Y justamente ahí es cuando comienza el segundo tiempo…

4 comentarios:

  1. Enhorabuena, por volver al buen camino. Me encantaría que me explicases como es eso de "informar a vuestros compañeros sobre vuestros avances".

    ResponderEliminar
  2. Siempre hay parte del equipo que está pendiente de lo que hagas... ella se va al baño y tú aprovechas para mandar un sms en plan: "vaya coñazo de tía, hoy no mojo". Por ejemplo...

    ResponderEliminar
  3. "Tras recordar cada palabra que os dijisteis en el momento de conoceros" joder, yo no recuerdo ni lo que acabo de decirle a nadie pasados 5 minutos como para recordarle que le he dicho a una chica pasadas las 3 de la mañana con la borrachera proporcional a la hora.

    ResponderEliminar
  4. En esos casos lo mejor es intentar recordar los detalles del entorno: con quién ibas, cómo estaba el garito, etc. Da igual si te lo inventas, lo importante es tener conversación durante los primeros cinco minutos.

    ResponderEliminar