sábado, 18 de agosto de 2012

El negociador de hierro

El mercado toca a su fin y todavía existen infinidad de incógnitas. Una de las mayores, a mi modo de ver, es si el Athletic terminará claudicando o no. Josu Urrutia lo ha repetido por activa y por pasiva: o cláusula o carretera. Parece que el Bayern ha tomado buena nota y va con 40 ‘kilos’ por delante. Sin embargo, la Juventus no está por la labor. ¿Resistirán los ´leones’?



Convertirse en un férreo negociador (con las mujeres) no es cosa de dos días. Más bien es un proceso largo, en el que hay que aguantar muchos tirones y no dejar entrever en ningún momento un resquicio de fragilidad. A ‘grosso modo’, estos son algunos de los pasos que hay que seguir:

-Bloquéala en las redes sociales y borra su número. Lo normal es que te lo hayas aprendido de memoria. Da igual. Iniciar el contacto con ella no es una opción. Contestar ya es otra cosa.

-Si existe alguna conversación, intenta no perder los papeles y que de tu boca brote sólo mierda. Puede servir para desahogarte, pero denota que aún te importa. También debes aguantar en los minutos posteriores al encuentro o a la conversación. “Tendría que haber quedado con ella” o "¿Y si le digo que la quiero?” No, nada de eso, aguanta como un hombre.

-No caigas en el juego de mencionarle tus conquistas (reales o ficticias). No es elegante, si sólo vuelve por miedo, no tardará mucho en irse de nuevo.

-No cedas ni un ápice en temas trascendentales. Si ha excedido los límites, házselo saber y desaparece. No puede haber concesiones y menos al principio.

-Nunca te creas palabras de amor que vienen demasiado rápido. Lo que cuentan son los hechos, cíñete a eso cuando sientas un deseo irrefrenable de arrastrarte hacia ella.

-Controla tus impulsos sexuales. Convertirte en su ‘puta’ no es el camino.

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