En el tema de las mujeres, hay que reconocer que a veces somos peores que ellas. No estamos seguros de querer estar a su lado, nos enervan muchas cosas suyas, incluso podemos sentir repugnancia en momentos puntuales… pero no queremos que se vaya del todo. Preferimos tenerla ahí, asegurada en un rincón, eso nos produce cierto alivio y nos otorga una gran sensación de poder.
Hay múltiples de maneras de conseguir esto, pero todas se reducen a una cosa: promesas que no valen nada. Sí, como la canción de ‘Los Piratas’. Al principio puede ser costoso, pero después sale de manera automática: hablar sobre planes futuros, reiterar todos los errores que hemos cometido y hacer ver nuestro arrepentimiento, mandar mensajitos de amor estratégicamente por la noche (no muy tarde, que no sean obscenos), y nunca, nunca, confesar que nos estamos beneficiando a unas cuantas (bueno, a una a lo sumo).
Allá van algunas frases que os pueden servir de ayuda:
“No te lo he dicho nunca, pero te quiero”
“Nunca he sentido algo así, estoy dispuesto a todo”
“Lo que más echo de menos es dormir contigo”
“En realidad, creo que podríamos haber sido felices juntos”
Todo esto está muy bien, pero al menos yo siempre termino retomando el contacto de la misma manera: "¿Hola?"
Como siempre...habla la sabiduria, muy bien crack.
ResponderEliminar"Hola"? esperaba mucho más de ti...
ResponderEliminarNo imaginas lo eficaz que puede ser un hola a tiempo...
ResponderEliminar