lunes, 27 de junio de 2011

La revolución del Málaga (Cambios abrumadores)

Vaya equipito que está montando el jeque de moda. Aunque muchos de los fichajes del conjunto de la Costa del Sol sean de una edad ya considerable, el plantel, por el momento, supera a muchos de los equipos de la otra Liga, ésa en la que están todos menos Real Madrid y Barcelona. A saber: Van Nistelrooy, Joaquín, Sergio Sánchez, Toulalan, Buonanotte, Mathijsen y ahora, como colofón, pretenden a Santi Cazorla. Al Thani, el artífice de tal revolución deportiva (a base de millones, claro) ya avisó la temporada pasada que el objetivo del equipo en un futuro sería pelear por entrar en la Champions. Ojito porque no es ninguna tontería.

Analicemos la clasificación a partir del tercer puesto y lo entenderemos mejor. Tal y como está el mercado de fichajes en estos momentos, el Málaga estaría en total disposición de pelear de tú a tú con Valencia y Villarreal, con grandes opciones incluso de conseguir la victoria. Y si echamos una ojeada a los equipos que están a partir del quinto puesto, los hombres de Pellegrini van por el camino de conseguir la vitola de favoritos la próxima temporada. En la ruleta rusa en la que se ha convertido el negocio futbolístico, el Málaga ha salido reforzado. Otros, como el Racing, casi mueren en el intento de revivir.

Con el paso del tiempo hay cosas que mejoran mucho, tanto que hasta resultan poco inverosímiles. Hablemos ahora de esa típica mujer en la que nunca, nunca nos habíamos fijado en el plano sexual. Rellenita (tirando a obús), cuerpo muy poco apetecible, sin curvas porque toda ella era un botijo. Vamos, un cranco en toda regla. Aunque suene muy cruel, hablábamos con ella por pura cortesía, pena y/o lástima. Pero de un año para otro el cambio es realmente brutal.

La vemos venir desde lejos y nuestros ojos no dan crédito a lo que ven. El patito feo de la pandilla se ha convertido en un cisne. Y además, ahora el trofeo es realmente codiciado. Ella es consciente de lo mal que lo ha pasado en otros tiempos y ahora no nos lo va a poner sencillo. Ha vivido tiempos muy difíciles: burlas, mofas y muy poquita actividad sexual. Pero ahora es ella la que manda y nos lo va a hacer saber desde el minuto uno.

Menospreciar a alguien de sobremanera es un error que podemos pagar muy caro. Ya sea por fuerza de voluntad o a base de talonario, la vida da muchas vueltas y el equipo que no hace tanto peleaba por no descender, ahora intentará dar un puñetazo en la mesa. Eso sí, si nosotros le tendimos la mano cuando estaba al borde del precipicio, la recompensa puede ser muy cuantiosa.

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