jueves, 10 de mayo de 2012

¿Queremos ser grandes?

No he aguantado hasta el viernes como os prometí. Tampoco ibais a llegar a los míseros quince comentarios que os pedía así que no pasa nada. Aunque me ha gustado el conato de consultorio en el que se ha convertido el blog durante unos días, sintiéndolo mucho os quedáis -por el momento- sin historia. Soy un hombre de palabra y me reservo mis mejores bazas para ocasiones mejores. Vamos a hablar del Atleti, ¿no?

Escribo estas líneas después de ver la celebración en Neptuno del equipo. La afición ha colapsado media ciudad y también manda un mensaje a sus vecinos: “nosotros también sabemos ganar”. Pero ahora me embarga una cierta sensación de tristeza, de melancolía. Extraño que me pase esto horas después de que el Atlético haya ganado su segunda Europa League. O quizás no tanto. No os engañéis, aunque Falcao no se hubiese marcado ayer el partido de su vida, su situación sería la misma. Lo más probable es que se marche. Se nota en sus palabras y en las de Miguel Ángel Gil y en las de Enrique Cerezo. ¿Os suena de algo la historia?



Esto no pretende ser una oda al ariete colombiano, como en su momento no lo fue para el ‘Kun’. Sí, todo eso de que el escudo perdurará a cualquier ídolo está muy bien. Lo estaría si fuese del todo cierto. Porque la pregunta que me atormenta en las últimas horas es muy dura, diría que hasta letal: ¿De verdad queremos ser grandes? Sí, habéis leído bien. No me cuestiono la capacidad que tiene la institución (directiva, plantilla, masa social) de volver a ser grande, sino la mera intención.

No dudo que habrá una gran mayoría que tenga la respuesta clara. ¿A quién no le gustaría volverse a sentir respetado? Pero quizás la minoría, por circunstancias, tiene bastante más peso. O tal vez es que esa mayoría se comporta de forma ciclotímica y critica únicamente en las derrotas. Eso es muy sencillo. Y cómodo.

Nos ha pasado tantas veces que tengo la impresión de que ya nos hemos acostumbrado. El equipo gana una competición continental y vende a media plantilla. ¿Qué tipo de mensaje es ese? Nos hemos convertido en el peor de los pacientes posibles. No queremos ponernos bien. Pensadlo detenidamente: después de todas las idas y venidas, el Atleti consigue dos títulos europeos en tres años. ¿Y cuál es la reacción? Desbandada general. Somos el primer equipo que empeora después de ganar. Carece de sentido, carece de lógica.

Porque deportivamente, tal y como esto la situación del planeta fútbol, esto se acerca mucho al límite. Mejorarlo sería ser terceros y hacer un papel digno en la Copa. Ya no hay excusas, los títulos vienen y los jugadores se van. ¿Qué está pasando? ¿Queremos ser grandes? No lo sé, y cada vez estoy más aturdido. No hay salida, no hay esperanza. Que alguien tenga este tipo de reflexiones después de una victoria, únicamente lo puede conseguir el Atleti. Eso hay que reconocérselo.

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