lunes, 22 de agosto de 2011

El efecto Falcao y la acompañante sorpresa

En primer lugar, me gustaría dejar claro a Pandora que aún tengo muchas cosas en el tintero y que nuestra particular guerra continuará, pero la actualidad deportiva manda, ya sabes… Se empiezan a amortizar los millones que han poblado las arcas del Atlético de Madrid. La afición rojiblanca tiene una facilidad fascinante para olvidar los quebrantos que siguen produciendo los dos tipos que manejan el cotarro. Arda Turan ha venido lesionado (qué extraño) y el encargado de despertar la ilusión no es otro que Radamel Falcao. El colombiano ya maravilló en el Oporto, donde sus goles fueron los máximos responsables de la consecución de la Europa League. El club portugués, que se ha ido forjando un nombre a base de una gestión ejemplar (compra barato, vende muuuuy caro) también ha hecho su particular agosto a costa del Atlético.

Sí, Falcao viene pero con sorpresa incluida: 45 millones de euros y de regalo, Rubén Micael. La operación no debería de resultar tan extraña teniendo en cuenta los protagonistas: la directiva del Atlético de Madrid y el honorable Jorge Mendes. Así que el conjunto rojiblanco realiza, de esta manera, una de las operaciones más costosas del mercado y se trae a un jugador del que ni siquiera conocían su existencia. Micael se irá cedido al Zaragoza, donde últimamente Mendes y los Fondos de Inversión también están realizando malabarismos.

Las acompañantes sorpresa no son plato de buen gusto, esa es la verdad. Por eso debemos evitar situaciones realmente incómodas en la noche y optar por prevenir, que en estos casos sí que es mejor que curar. Nuestra tendencia, para qué engañarnos, es rehuir a todo aquel grupo de mujeres demasiado poblado y en el que además, haya presencia masculina. Se supone que un minúsculo grupo de féminas es más accesible… En ocasiones, pero debemos fijarnos en el número de componentes. Si son más de dos, la situación es idónea. No dejaremos a ninguna sola si nuestros avances son efectivos.

En cambio si nos enfrentamos a una pareja de amiguitas tipo Telma y Loiuse, hay razones para desconfiar. Tenemos la opción de que un miembro de nuestro equipo nos haga la cobertura. Pueden hacernos este favor porque nos quieren en demasía (no caerá esa breva) o porque ellos están tan necesitados como nosotros. En caso de carecer de ayuda en nuestro pelotón, la ‘amiga coñazo’ nos creará más de un quebradero de cabeza. Su físico no es acorde con su simpatía y no capta las señales de retirada. Podemos estar comiéndonos (literalmente) a su amiga a su vera, que ella se mantendrá impasible en su lugar. Mentalmente suelen estar hechas de otra pasta. Como ella nunca saca tajada por su propio modus operandi y además lleva sin hablar con un hombre varios meses, nos hará partícipes de su conversación con una vehemencia que abruma. Lo peor de todo es si existe un pacto de damiselas entre ambas, del tipo: “Pero tú aguanta hasta que yo me vaya ¿eh?”

Su técnica puede oscilar entre despertar lástima o el ataque directo y sin concesiones. Por ello, los más valientes deciden seguir al pie de la letra la máxima tan utilizada en estos días que reza que en cada crisis hay una oportunidad. Se aprovechan del enemigo. Ganarse la confianza de la inseparable y desventurada compañera de fatigas puede marcar el camino hacia una victoria, más bien a largo plazo.

Y llegamos al punto de siempre: todo termina compensando si nuestra actividad sexual sufre un incremento digno de mención con una hembra de armas tomar. Si Falcao triunfa, nadie se acordará de los 45 millones de euros y del tal Rubén Micael. De lo contrario, la sorpresa suele tornarse en desagradable…

No hay comentarios:

Publicar un comentario