sábado, 29 de octubre de 2011

Nuestro consuelo

Corren malos tiempos para la delantera atlética. Cada encuentro que pasa deja aún más clara la certeza de que lo visto en el Caderón ante Sporting y Racing sólo fue un espejismo. El equipo no carbura bien en ataque. La transición del esférico es lenta y las primeras confrontaciones con el técnico (Reyes pensó en que sería mejor cambiar a su señora madre), han encendido todas las luces de alarma. Lo que antes, para sorpresa de muchos, funcionaba casi a la perfección, se ha terminado por diluir. Lo negativo se contagia a una velocidad de vértigo y la zaga rojiblanca hizo aguas en San Mamés. La conclusión es que en esa temporada en la que Forlán y Kun sólo iban a aparecer como vagos recuerdos en le retina del aficionado, ahora se transforman en imágenes de un pasado mejor. El comandante Manzano, en la cuerda floja y los rumores de cama en el vestuario se hacen cada vez más patentes. No sería la primera vez.


Cuando el auto consuelo se vislumbra como única alternativa, hay que hacer todo lo que esté en nuestras manos (nunca mejor dicho), para conseguir una sensación placentera semejante a la real (y con mucho entrenamiento, mejor). Ahí van unas cuantas opciones para los amantes del onanismo:

Imaginación al poder: Ha perdido muchos adeptos con la irrupción de las nuevas tecnologías. Como imaginar imposibles puede causar un efecto contraproducente a nuestra depresión, lo recomendable es hacer memoria. Eso sí, sin torturarnos. Para ello cualquier polvo es digno de recordar, pero evitemos los que contengan connotaciones sentimentales.
El Chorreo: Aquí lo básico es estar un tiempo prudencial sin darle a la zambomba (unos días, una semana, dos semanas…). Todo depende del usuario en cuestión. Debemos mimar cada detalle del entorno, cerciorarnos de que nadie va a a irrumpir por sorpresa y luego proceder. No estaría de más utilizar aceite, esencias, ambientarlo todo para el gran espasmo final. También podemos hacer una elección de nuestros vídeos pornográficos preferidos. No vamos a ir a loco, vamos a gustarnos y a realizar varios amagos. Haceos con cantidades ingentes de productos de limpieza, ya que si todo ha ido según lo previsto, las necesitaréis.
La rutinaria: Santiago Segura decía que para él, era impepinable hacerse una al levantarse y otra antes de dormir. Creo que la segunda es la utilizada por la gran mayoría.
• ‘Días de pajas’: Hay momentos en los que es mejor no salir de la cama, aferrarse bien a la manta, resguardarse en nuestros más lascivos deseos. Las gayolas caen una tras otra por pura lujuria. Nuestro glande, aún impregnado de semen, recibe mínimas descargas con un ridículo fluido casi transparente.



Como ya hiciera hace tiempo, al hablar del patatal, pido perdón a las almas sensibleras que se hayan podido sentir ofendidas, pero como siempre digo, en FNYT siempre nos ceñimos a la realidad.

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