miércoles, 10 de octubre de 2012

El topo

No entiendo la gracia que tiene escuchar la bronca de Marcelo Bielsa. Es decir, comprendo que es un documento sonoro de gran valor periodístico y el medio al que le llega debe sacarlo, pero no sé qué quiere conseguir el topo con esto. Ridiculizar al Athletic, a lo sumo porque desde luego yo no he cambiado mi opinión sobre el técnico argentino después de escuchar las grabaciones. Un entrenador puede echar una bronca si sus jugadores acaban de perder una final. Qué menos, ¿no?



El topo suele estar en el entorno de ella. Puede ser el clásico amigo gay (malas víboras) la amiga insoportable o incluso un ex novio. Por supuesto, no se enteran por ciencia infusa. Es nuestra fémina la que se encarga de airear nuestros trapos sucios de manera rastrera y contando -únicamente- su versión. Teniendo esto en cuenta, no nos debe extrañar que su familia nos mire con cara de asco cada vez que vamos a su casa. Ella es la que nos convierte en enemigos.

Yo soy de la opinión de Sergio Ramos: “la mierda de casa se soluciona en casa”. Aunque todos necesitamos desahogarnos de vez en cuando, intento no poner a parir a mi damisela a las primeras de cambio. Creo que el que pierde, al final, eres tú. La gente puede pensar: “Esa zorra le puede joder la vida” y cosas por el estilo, con lo que nuestra imagen queda bastante perjudicada. Tampoco me gustan los pollos públicos. Abogo por fingir normalidad hasta llegar a un lugar privado y seguro. Allí puede estallar la guerra, pero hacer numeritos delante de la gente es muy desagradable.

Y es que para mi discutir es un arte, es algo muy íntimo. Si me jode sobremanera que realices un exhaustivo examen cada vez que aparco, no hace falta que lo sepa todo el mundo. Tampoco las lindezas que suelto de tu ex, ni tan siquiera mis manías sexuales. Esas son nuestras cosas.

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