miércoles, 1 de febrero de 2012

Estrategias de poder

Ahora la cuestión principal que rodea al fútbol patrio es si en Can Barça se habla o no del estamento arbitral. En los precedentes más recientes, tanto el club blaugrana como el Real Madrid no estaban acostumbrados a este peculiar intercambio de roles, en el que el equipo de Mourinho tiene casi media Liga en la buchaca. A nadie se le escapa que esto ha sido un punto de inflexión. De acuerdo, en el equipo de Guardiola parece que se ha instalado, de forma eventual, el estado de queja ante lo que ellos consideran una serie de actuaciones perjudiciales.


Pero creo que el meollo del asunto no está aquí. Habría que remontarse bastante más, quizás demasiado. La pregunta primordial debe ser la siguiente: ¿Es lícito que los dos grandes del balompié español (cada vez con más diferencia con respecto al resto de equipos) se quejen de los árbitros? Creo que no, pero una cosa está clara. Si uno de los dos equipos lleva un tiempo considerable teniendo como parte intrínseca de su discurso la crítica sistemática a las actuaciones arbitrales y eso ha sido aceptado –y es más, respaldado- por la directiva y por gran parte de la afición y medios, sería incoherente echarse las manos a la cabeza porque el otro contrincante comience a verter ataques contra el arbitraje, aunque estos sean de forma velada. Vamos, que quien no llora no mama, que dicen.

Pero tampoco podemos olvidar una cosa: las estrategias, desde el comienzo, han sido diferentes en los dos casos. Como ya decía en mi anterior post, José Mourinho siempre ha ido de cara: él es así, habló sobre los árbitros desde el minuto uno y lo seguirá haciendo. Por su parte, Guardiola y el club culé en general, han apostado por la cautela y por no escudarse en elementos ajenos a su juego cuando vienen mal dadas. Lo que ocurre es que ahora, quizás, vengan mal dadas de verdad. Veremos.

Con las mujeres, cualquier estrategia es arriesgada, pero hoy vamos a centrarnos en las que van destinadas a un tema siempre controvertido, como es el de los celos. Distingamos:

Táctica Mou: Aquí lo positivo es que desde el principio se ponen las cartas sobre la mesa. Sí, soy celoso y no me mola un pelo que hagas esto, esto y esto otro… Lo mejor, sin duda, es que si ella acepta desde un principio la situación, sabrá a qué atenerse y, en mayor o menor medida, podremos dar rienda suelta a nuestros arrebatos pasionales. Podremos ser nosotros mismos. Pero lógicamente existe una parte mala. Nunca subestimemos la inteligencia de una mujer. Si saben exactamente todo aquello que nos molesta su solución es simple: no nos lo contarán si lo hacen.


Táctica Pep: En el otro extremo, tenemos la alternativa de mostrarnos comprensivos, sensibles y seguros de nosotros mismos. Vamos, lo que viene a denominarse (mal hecho), el hombre del siglo XXI. La mayor ventaja es que nos informarán de todo lo que hagan, ya que piensan que nuestra relación es más o menos abierta y no caeremos en el enfado. Pero el mayor riesgo es que esto se nos puede ir de las manos y el día que explotemos, se acabe dinamitando la relación.

Como siempre, lo idóneo es mantener un punto de equilibrio, pero como siempre, me remito a ‘Los Piratas’: el equilibrio es imposible y más aún si hablamos de mujeres.

P.D: Os informo que casi desde ya, empezaré a cubrir la información referente al Atlético de Madrid en la edición digital de la por desgracia extinta revista ‘Don Balón' (www.revistadonbalon.com, www.donbalon.com). Aquí, evidentemente, hablaré menos de mujeres (algo caerá) pero vamos, tanto una cosa como otra me ha dado, últimamente, más penas que alegrías, pero tampoco sabría vivir de otro modo.

2 comentarios:

  1. Hola!
    Tienes un gran blog! Entrare mas a menudo :) Te he conocido en la blogosfera, yo compito en motor.

    Saludos,
    Ricard

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  2. Gracias por sumarte a nuestra "gran" (????) familia. Intentaré seguir tu blog, un saludo y espero verte por aquí más a menudo.

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