viernes, 16 de noviembre de 2012

Una de verdades

Hoy esto va de verdades, de pequeñas reflexiones que se pasean por mi mente en los últimos días. A saber:

• Lo de hacer una sorpresa a una mujer tiene cada día más riesgos. No es aconsejable que nos presentemos en ningún sitio de su entorno sin avisar (y menos si la cosa está mal) ya que lo más seguro es que vemos algo que no nos guste. Además, por supuesto, de hacerla pasar un rato muy embarazoso (algo que las mujeres no suelen perdonar). Después está la posibilidad de mandarle algo a domicilio. Por una parte es lo más cómodo (únicamente se resiente nuestro bolsillo) pero también nos puede crear ciertos problemillas. “¿Qué ponemos en el chocomensaje? -Ummm… no sé, ¿te quiero?- Hombre, eso es muy típico. –Vale, pues entonces eres la mujer de mi vida- ¡Perfecto!” (Conversación casi verídica).



• No nos interesan las mujeres con novio, en serio. No queremos hablar con vosotras ni aguantar vuestras gilipolleces, ya sea cara a cara o mediante red virtual. Sólo nos apetece tomarnos un café con vosotras si existe alguna posibilidad (aunque sea muy remota) de penetraros. Enteraos de una vez, por favor.

• En el contexto de una discusión sentimental, me encanta el “¿Quién te crees que eres?”. Hacedme caso, esa frase rompe esquemas y sólo les deja la posibilidad de responder con lo mismo.

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